Comencemos por lo más fácil: Las pasadas elecciones a gobernadores fueron fraudulentas por realizarse con total ventajismo gubernamental, violación de leyes y abuso oficial. La prohibición de sustituir las postulaciones dentro el plazo legal y las migraciones de centros de votación a última hora, así lo evidencian, más allá de tantos otros delitos electorales. Pero esta premisa es tan de Perogrullo que no representa ningún hallazgo, mucho más cuando aceptamos a conciencia esas condiciones apostando todo a los niveles de participación, la cual terminó superando el sesenta por ciento. Al contrario de nuestra prédica, esta vez la trampa no fue derrotada con votos y los resultados oficiales le otorgaron al oficialismo el 80% de las gobernaciones en disputa con la mayoría del voto popular, conformando un escenario que no había sido previsto por nadie, ni siquiera dentro del chavismo. ¿Entonces qué pasó?
Con un comportamiento electoral normal, una abstención menor al cuarenta por ciento garantizaba el triunfo de la oposición. Sin embargo, esta vez la abstención no fue lineal y solo castigó a los candidatos de la MUD. Nadie duda que la emigración, la desmotivación, la desconfianza y el desinterés mermó nuestra votación en comparación con procesos anteriores. Pero resulta improbable que del lado del gobierno no haya habido merma y hayan logrado movilizar toda su base electoral. La lógica apunta a un fraude que pone en tela de juicio incluso el sistema automatizado que por primera vez no fue operado por Smartmatic. Recordemos que esta empresa denunció irregularidades en el proceso constituyente pasado, desconociendo los resultados anunciados por el CNE. Sólo una auditoria objetiva del sistema y del registro electoral pudiera despejar la duda.
Ahora bien, nosotros en la MUD debemos asumir toda la responsabilidad, tanto de la abstención como del fraude. Fracasamos y debemos dar la cara y rectificar con humildad. Prometimos derrotar el fraude y no lo logramos, ahora no queda otra que capitalizarlo denunciándolo y deslegitimando aún más la dictadura, como se está haciendo al menos con el caso de Bolívar donde Adrés Velásquez consiguió la prueba del delito. El problema no fue participar a conciencia de la probabilidad de este escenario, lo imperdonable sería convalidar el fraude aceptando mansamente unos resultados inverosímiles. Los que ganaron a pesar del fraude deben asumir sus espacios con todo orgullo (sin reconocer la ANC obviamente) y quienes fueron víctima de la trampa deben denunciarlo y dar la pelea. Siendo así la oposición no pierde nada en términos reales y el Gobierno se queda sin lo único que podía ganar: legitimación. Ahora deberá enfrentar con más rigor las sanciones y el repudio popular, renunciando al salvavidas del cronograma electoral que le garantizaba una transición controlada, hasta tanto no hayan condiciones justas y una observación internacional para los próximos procesos electorales.
Lo sucedido no debe acomplejarnos ni dividirnos, fue una batalla más de esta resistencia democrática que debe seguir convirtiendo todos los escenarios en oportunidades de lucha, resguardando el logro más importante que es la solidaridad internacional. La abstención y la trampa son nuestros más grandes enemigos y aunque resulte contradictorio debemos vencer a ambos simultáneamente de cara a un único objetivo: Realización de elecciones presidenciales con observación internacional, condiciones justas y un CNE distinto e imparcial. Para eso debemos dar un primer paso que depende de nosotros mismos, la elección vía Primarias de un candidato único que con tiempo suficiente consolide una mayoría, luche por condiciones justas y represente legitimimante a la oposición en el escenario internacional. Mientras tanto la dirigencia debe renovarse ante un fracaso de estas dimensiones, refundando una alianza social que sea amplia y eficaz. Comienzo por mí, poniendo los cargos de dirección que ostento a la orden y quedando al servicio de la Unidad y de la lucha contra la dictadura.
JOSÉ IGNACIO GUÉDEZ
Secretario General Nacional de La Causa R
Secretario de la Asamblea Nacional
Twitter: @chatoguedez