Cuando una niña atraviesa la etapa de la adolescencia su vida da un giro debido a los cambios biológicos que enfrenta su cuerpo propios de esa importante etapa, sin embargo, el caso de Emily Dover, una niña australiana es realmente particular: a sus cinco años padece la enfermedad de Addison que causa un trastorno en sus glándulas suprarrenales, reseñó Infobae.
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Por esta razón atraviesa una rápida e inusual etapa de maduración sexual. Cuando solo tenía cuatro meses, su tamaño ya era el de un niño de un año. Su busto comenzó a crecer a los dos años y el vello púbico también.
La transpiración en su cuerpo ya no era el de una niña pequeña y los signos de acné adolescentes se hicieron presentes. A los cuatro menstruó por primera vez y actualmente atraviesa la menopausia.
Su madre, Tam Dover lamentó que “no ha tenido la oportunidad de ser una niña”. A sus cinco años, la pequeña pesa 44 kg y la diferencia con sus compañeros la ha hecho blanco de burlas.
Sus glándulas suprarrenales no producen hormonas suficientes. La enfermedad de Addison aparece como consecuencia de un problema en el sistema inmunitario, cuando este ataca erróneamente sus propios tejidos y daña estas glándulas.