Cada vez se ha vuelto más común mirar las calles repletas de vendedores ambulantes, quienes ofrecen desde pega de zapato hasta trompos y recientemente lo que se pensaba era imposible: un vaso de agua, reseñó La Verdad de Vargas.
Aunque parezca difícil de creer en parroquias como Maiquetía y Catia la Mar, desde hace mes y medio ha sido frecuente detectar a quienes van con termos llenos de agua fría para la venta.
“Vi a un señor vendiendo en plaza Los Maestros y pensé que era una broma, pero me acerqué, le pregunté y me dijo que se iba con el termo vacío a su casa. Yo antes vendía solo suspiros, pero ahora también les traigo los vasos de agua a Bs. 300, 500 y 800. Cuando me preguntan por qué a ese precio, les explico que invierto en hielo, agua mineral y los vasos que suben seguido”, expresó una vendedora ambulante de Maiquetía, quien prefirió el anonimato.
Afirmó que las ventas no son malas, pues en día de profundo calor y sobre todo los fines de semana cuando hay ferias agrícolas, la gente demanda por demás los vasos que “quitan la sed y son muchos más baratos que las aguas de botellita que no bajan de Bs. 1.800 la más pequeña”.
A esta moda de vender en vasos, se le ha sumado también la sopa que se ofrece entre Bs. 1.500 y Bs. 2.000, sobre todo en las paradas de autobuses donde se han vuelto el rebusque de almuerzo más demandado.