La Eurocámara mostró hoy su “apoyo total” a la Asamblea Nacional venezolana y a la oposición antichavista, otorgándole el premio Sájarov a la libertad de conciencia, un galardón que busca rendir “homenaje a todo el pueblo venezolano”, afirmó el presidente de la institución, Antonio Tajani.
El Parlamento Europeo (PE) decidió hoy entregar el premio Sájarov a la libertad de conciencia a la oposición venezolana, representada por la Asamblea Nacional y su presidente, Julio Borges, así como por los dirigentes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma.
En la candidatura, a propuesta del Partido Popular Europeo (PPE) y el grupo de los liberales (ALDE), figuran también dirigentes como Daniel Ceballos, Yon Goicoechea, Lorent Saleh, Alfredo Ramos y Andrea González, considerados “presos políticos” por la Eurocámara.
“Este premio no representa solo un reconocimiento a la valiente resistencia de la oposición democrática. Este Parlamento hoy quiere manifestar su cercanía y rendir homenaje a todo el pueblo venezolano”, manifestó Tajani al dar a conocer de manera oficial el fallo del galardón, en el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo.
En el mismo lugar se entregará, el 13 de diciembre, este premio dotado con 50.000 euros que desde 1988 concede el Parlamento Europeo a personalidades o colectivos que luchan por los derechos y las libertades fundamentales, y en cuya lista de premiados figuran el líder sudafricano Nelson Mandela, las Madres de la Plaza de Mayo o el disidente cubano Guillermo Fariñas.
El eurodiputado del PP José Ignacio Salafranca afirmó tras conocerse la decisión que se trata de “un gesto de alto valor simbólico” que “contribuirá a restaurar la libertad, la democracia, la paz y los derechos humanos en Venezuela”.
El PPE abogó por la oposición venezolana por representar, según apuntó Salafranca, “a un grupo de hombres y mujeres valerosos que no tienen miedo, que no se rinden, que hostigados, golpeados, encarcelados o inhabilitados luchan por su libertad y por su dignidad”.
Desde ALDE, la eurodiputada Beatriz Becerra felicitó a los premiados y consideró que “este reconocimiento animará a los venezolanos a continuar con su defensa pacífica y ejemplar de la libertad y el Estado de derecho” frente a los “abusos” del presidente del país, Nicolás Maduro.
“Ahora es más importante que nunca que permanezcan unidos y que no se rindan a las manipulaciones y abusos del dictador Maduro”, afirmó.
Tajani dijo que el premio “no tiene un color político”, a lo que algunos eurodiputados de la Izquierda Unitaria Europea (GUE), críticos con la decisión, respondieron con risas.
“Se puede no estar de acuerdo, pero en democracia hay que respetar a la mayoría. No hay nada de lo que reirse cuando se habla de defensa de derechos humanos”, contestó Tajani.
En unas declaraciones a Efe, el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán calificó la decisión de “partidista”.
“En un conflicto abierto y en plena escalada de tensión, donde actores europeos están apostando por el diálogo entre todas las partes implicadas, premiar a una de las partes, independientemente de la opinión que nos merezca, es una irresponsabilidad política e institucional”, afirmó.
En una resolución aprobada en abril, la Eurocámara condenó la “represión brutal” ejercida por las fuerzas de seguridad venezolanas, así como por los grupos armados irregulares, contra los manifestantes pacíficos, y pidió al Gobierno de Caracas restaurar el orden democrático y liberar a los presos políticos.
En septiembre, el PE instó a la UE a estudiar la imposición de sanciones a los implicados en violaciones de los derechos humanos en Venezuela, como la congelación de sus bienes y la prohibición de su entrada en la Unión.
La oposición venezolana, que ya optó al premio en 2015, se impuso a los otros dos finalistas, la activista guatemalteca por los derechos humanos Aura Lolita Chávez Ixcaquic y el periodista Dawit Isaak, encarcelado en 2001 en Eritrea.
El año pasado el premio recayó en las activistas yazidíes Nadia Murad Basi Taha y Lamiya Ayi Bashar, víctimas de la esclavitud sexual perpetrada por el grupo yihadista Estado Islámico en Irak. EFE