Fue una visita sorpresa. Con su uniforme rojo, funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) entraron a varias carnicerías de Carabobo con una orden clara: Coordinar la venta supervisada del kilo de carne en 25 mil bolívares, lo que se tradujo en un margen de pérdida de 32% para los comerciantes. Así lo reseña el-carabobeno.com
Es una situación que pone al sector en la quiebra. Rafael Alfano, presidente de la Asociación de Carniceros de Carabobo, detalló que el operativo respectivo obligó a vender ocho bolívares por debajo, cada kilo que había sido comprado a los proveedores en 33 mil.
La advertencia del gremio es contundente: “O se garantiza la mercancía a precio regulado, o habrá desabastecimiento del producto en el corto plazo”. Aseguró que los comerciantes no tienen inconveniente en vender la carne a un precio regulado, pero para eso deben existir condiciones básicas como una estructura de costos que se ajuste al modelo de negocio.
Alfano pidió al gobernador, Rafael Lacava, que sirva de interlocutor entre los ganaderos, proveedores y comerciantes para que se establezca en una reunión los costos que tiene el producto sin afectar a ninguna de las partes y se busque el beneficio del consumidor.
Humberto Flores, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado Periférico de Valencia, dijo que a pesar de que en estados como Barinas y Portuguesa se acordaron algunas reglas entre las autoridades regionales y los carniceros, en la entidad carabobeña apareció otra directriz.
Refirió que el precio final en la actualidad en la entidad oscila entre 60 mil y 70 mil bolívares, que es el precio final del kilo de carne roja luego de incluirle la inversión, gastos y ganancia.