Los negocios oscuros del exministro argentino Julio de Vido con el chavismo

Los negocios oscuros del exministro argentino Julio de Vido con el chavismo

FILE PHOTO: Argentina's President Cristina Fernandez de Kirchner chats with Argentina's Planning Minister Julio De Vido during a news conference at the presidential palace in Algiers, Algeria November 17, 2008. REUTERS/Louafi Larbi/File Photo
Cristina Fernandez de Kirchner conversa con su ministro Julio De Vido/ noviembr 17, 2008. REUTERS/Louafi Larbi

 

El político argentino fue promotor de la relación con los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Es señalado de crear una embajada paralela y llenó de discrecionalidad la agenda bilateral, manejando fondos multimillonarios, publica Diario Las Américas.

La tarde del martes se entregó a las autoridades argentinas el ministro con más poder y quien manejó fondos millonarios durante las presidencias del matrimonio Kirchner: Julio De Vido.





De Vido afronta dos órdenes de detención: una por presunto fraude multimillonario en un proyecto minero en Río Turbio, en provincia de Santa Cruz, que nunca se llevó a cabo, y otra por el supuesto pago de sobreprecios en la compra de gas licuado.

La cartera que comandó De Vido fue creada por el propio Kirchner y acaparó la mayor partida presupuestaria del Gobierno para, entre otras áreas, la de obras públicas, energía y vivienda. Sin embargo, al exministro no solo le tentado hacer negocios irregulares en su país, también fue uno de los impulsores de varios negocios turbios con el Gobierno del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.

El político argentino fue promotor de la relación con los gobiernos Chávez y Nicolás Maduro. Fue señalado de crear una embajada paralela y llenó de discrecionalidad la agenda bilateral, manejando fondos multimillonarios.

Acá exponemos tres de los caso más sonados de corrupción que estuvo involucrada la mano de De Vido con el chavismo:

La maleta de los 800 mil dólares

El 4 de agosto de 2007, el empresario Antonini Wilson arribó a la Argentina procedente de Venezuela o con una valija que contenía más de US$ 790 mil, cuyo origen y finalidad se desconocían, sin cumplir con los trámites legales respectivos. Tras su detención y posterior juicio, Wilson informaría que el dinero provenía de Venezuela y era para la campaña presidencial de Cristina Kirchner.

En el mismo avión viajaba el entonces funcionario público argentino Claudio Uberti, quien habría autorizado el embarque de Wilson. Uberti era titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), dependiente del ministerio de Planificación que conducía Julio De Vido en aquel momento.

Wilson se encargaría además de informar que De Vido viajaba con él junto con dos funcionarios de la estatal petrolera venezolana PDVSA. Según su testimonio, De Vido era “el hombre fuerte de los contactos entre Venezuela y Argentina”.

Fideicomiso Argentina-Venezuela

El fideicomiso bilateral involucró a funcionarios de alto nivel de ambos países, entre los que se encontraba el exministro argentino.

El cierre del Fideicomiso Financiero Serie II (más conocido en Buenos Aires como PDVSA II), que llegó a manejar unos US$ 2000 millones, fue una de las ollas más fuertes de corrupción donde sobresalió el nombre de Julio De Vido.

En un reportaje realizado por el diario La Nación seexplica cómo las empresas argentinas que querían exportar a Venezuela debían ser habilitadas para ser imputadas al pago del fideicomiso por el Ministerio a cargo de Julio De Vido.

Argentina importaba combustible y exportaba maquinaria agrícola -entre otros bienes- en un circuito sospechado de pago de “comisiones”.

El empresario argentino Juan José Levy, de la mano de José María Olazagast (ex secretario privado de Julio de Vido) acumuló operaciones por más de US$ 550 millones con Venezuela. Levy se dedicó a cultivar vínculos en el gobierno de Venezuela, donde firmó varios contratos y adendas para proveerle mercaderías que iban desde pañales hasta decodificadores de televisión digital.

Embajada paralela

El ex embajador argentino Eduardo Sadous denunció ante la justicia y ante el Congreso que mientras ejercía su tarea había una embajada paralela que, justamente, monitoreaba el exministro De Vido.

El ex embajador adjudicaba el control de la relación bilateral al ex titular del Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), Claudio Uberti (el mismo que había participado en la maleta de los 800 mil dólares con Antonini) quien respondía a las órdenes de Julio De Vido.

Sadous afirmó que empresarios afirmaron haber pagado coimas para exportar maquinaria agrícola a Venezuela.