El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró hoy que “Venezuela va a seguir siendo un pagador confiable” para “inversores, tenedores y la banca que quiera respetar”, al tiempo que se declaró “en fase de denuncia de la persecución financiera” de EE.UU. y “la banca occidental” contra el país.
EFE
El líder chavista hizo estas declaraciones después de ordenar el jueves la creación de una comisión gubernamental para reestructurar y refinanciar toda la deuda externa que Venezuela debe pagar a partir de hoy, un anuncio que ha provocado especulaciones sobre una hipotética caída en “default” de la nación petrolera.
“Entramos en una fase de denuncia y de reformateo de nuestras relaciones. Ya basta. ¿Cómo es que no nos reciben los bonos en el exterior si Venezuela es un país sólido, confiable? ¿Cómo es que nos ponen un riesgo país peor que los países que están en guerra, y estamos pagando?”, dijo Maduro en un discurso televisado.
El jefe de la llamada revolución bolivariana hacía referencia a “la banca occidental, estadounidense, europea” y a “los sistemas de dominación que ellos tienen”, y aseguró que Venezuela seguirá cumpliendo sus obligaciones financieras a pesar de este supuesto hostigamiento gracias a sus “relaciones buenas” con China, Rusia e India.
Maduro se quejó también de las dificultades que Venezuela estaría encontrando para refinanciar la deuda contraída en la última década, que se eleva a más de 120.000 millones de dólares, y atribuyó parte de la responsabilidad a las sanciones contra su Gobierno dictadas en agosto por Estados Unidos.
El jefe del Estado culpó de estas sanciones y de las dificultades de Venezuela para acceder a dinero fresco al presidente del Parlamento, el opositor Julio Borges, que en los últimos meses ha intentado convencer a los inversores internacionales para que no den oxígeno a lo que llama “el régimen” chavista.
“Por eso le pedí públicamente al fiscal general que actúe de acuerdo a la Constitución y a la ley por traición a la patria contra este personaje oscuro de la derecha venezolana”, dijo Maduro, reeditando sus viejas amenazas contra Borges, a quien señala por “recorrer el mundo” para “buscar sanciones contra Venezuela”.
El Gobierno venezolano y su empresa más importante, Petróleos de Venezuela (PDVSA), debían pagar entre octubre y noviembre más de 3.500 millones de dólares en vencimiento de bonos.
PDVSA cumplió la semana pasada con el primero de los grandes pagos (841 millones de dólares), y la petrolera empezó el jueves la transferencia de la segunda gran liquidación (de más de 1.100 millones de dólares).
Maduro ordenó ayer una renegociación de todos los pagos que vengan a partir de hoy, y su vicepresidente, Tareck el Aissami, ha anunciado hoy que convoca a todos los tenedores de bonos y deuda venezolana a una reunión el 13 de noviembre en Caracas para abordar la reestructuración que propone el Gobierno.