Corren rumores insistentes que los Chinos y Rusos nuevos dueños de PDVSA, habitarán las residencias que ocupan los capitostes petroleros de la revolución bonita.
Acude a la memoria aquel madrugonazo artero y cobarde concebido con saña y violencia, cuando se violó el hogar de los que habitaban la Urbanización “Los Semerucos”, operación sorpresa, peinillas al aire, represión brutal de la G.N.B y otros agregados a esta gesta oprobiosa de media noche, deshonrosa para los protagonistas, y dolorosa para quienes se vieron ultrajados y disminuidos en sus derechos; ahora, de ser verdad el comentario en otros espacios les tocará salir de las residencias que ocuparan extranjeros que vienen a usufructuar nuestra riqueza petrolera y a mancillar la soberanía que no hemos sabido defender.
El horror y el pánico a “paso de vencedores” marcaron las vidas de quienes dejaron lo que constituía el hogar de sus hijos. En el archivo sentimental que no se borra están esas horas de angustia y pesar un día habrá que dar cuenta exacta porque “no hay plazo que no se cumpla ni hay deuda que no se pague”
Es hora de recordar cómo se implementó el desalojo ordenado por un pitazo, jueces provisorios y fiscales del Ministerio Público, personas muy conocidas de ésta comunidad oficiaron complacidos en ésta deshumanizada hazaña, muchos de ellos fueron premiados con altos cargos en PDVSA… pero ¡Oh ironía del destino! estos personajes hoy disfrutan de las mieles del capitalismo salvaje a todo dar con la figura de asilo político en el odiado Imperio Norteamericano, usurpando un derecho que no les corresponde pues han sido cómplices venales de arbitrariedades y abusos por los cuales deben responder alguna vez.
Solo nos queda oxigenar la memoria y tener en cuenta que el tiempo como el fuego reduce las cosas a cenizas, aclara lo confuso y descubre lo más oculto.