El presidente francés, Emmanuel Macron, participó en la inauguración oficial del Museo del Louvre de Abu Dabi, en la capital de Emiratos Árabes Unidos, donde destacó que este importante centro de la cultura y las artes que surge en el desierto es “un mensaje contra todos los oscurantismos”.
“En el momento de la apertura del Louvre de Abu Dhabi, recuerdo una frase que podría definir lo que hoy nos une: ‘la belleza salvará el mundo’, de Dostoievski”, dijo Macron, que llegó a Abu Dabi pocas horas antes de la ceremonia.
“Este Louvre del desierto y de la luz es un mensaje enviado contra todos los oscurantismos”, añadió el presidente galo, el cual agregó que también representa la voluntad de unir las culturas de Oriente y Occidente.
“De manera irreductible nuestras religiones están relacionadas y el que quiera hacer creer, esté donde esté en el mundo, que el islam se construye destruyendo los otros monoteísmos, es un mentiroso y os traiciona”, declaró Macron.
En un podio rodeado de agua, donde se sentaron las autoridades emiratíes y los invitados extranjeros, intervino también el vicepresidente emiratí, Mohamed bin Rashid al Maktum, el cual aseguró que “el Louvre de Abu Dhabi es un orgullo cultural y unirá el este con el oeste”.
Asimismo, el museo servirá para “luchar contra la oscuridad, la ignorancia y el extremismo intelectual a través de las artes y la belleza artística”, según Al Maktum que, junto a otros representantes del Gobierno, recibió a los mandatarios llegados para la ocasión, como el rey Mohamed VI de Marruecos y el presidente afgano, Ashraf Gani.
Después de los discursos de apertura, se celebró un concierto en el amplio y moderno auditorio de color blanco, en el cual se fusionó la música clásica con ritmos árabes para el deleite de centenares de asistentes que pudieron presenciar a la esperada inauguración.
A partir del próximo 11 de noviembre, el gran público podrá visitar el museo, que custodia una colección de 600 obras de arte, la mitad de su propiedad y el resto cedidas por 13 grandes museos de Francia, incluido el propio Louvre.
Para ello, Abu Dabi tendrá que abonar 647 millones de euros (749 millones de dólares) para contar con gerentes galos que supervisen las 300 obras de arte llegadas desde Francia, además de 453 millones (524 millones de dólares) para poder usar el prestigioso nombre del “Louvre” en los próximos 30 años.
Entre las piezas “estrella” del museo emiratí se encuentra una estatua del rey egipcio Ramsés II (1279-1213 a. c.); la “Cabeza de Buda” (534-550 d. c.); páginas del “Corán Azul” (880 d. c), un autorretrato de Vincent Van Gogh” (1887 d. c) o “La fuente de luz” de Ai Weiwei” (2016).
Las obras de arte han sido dispuestas para presentar un viaje cronológico desde la prehistoria hasta la actualidad en doce capítulos, a través de galerías reunidas bajo una cúpula de 180 metros y 7.500 toneladas, que representa frondosas palmeras.
A la sombra de este tejado, el edificio diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel se inspira en la tradición y la cultura de Emiratos, combinando el color blanco, las formas geométricas árabes y la estrechez de las calles de los zocos.
El proyecto del museo, desarrollado por la constructora española Sanjose junto con las empresas Arabtec y Oger Abu Dhabi LLC, contó con un presupuesto inicial de 570 millones de euros y busca convertirse en una de las principales atracciones no sólo de Emiratos sino de todo Oriente Medio.
El Louvre de Abu Dabi, que comenzó a forjarse en el año 2008, surge en la isla de Sadiyat, en el llamado Distrito Cultural, donde también está prevista la construcción de un museo Guggenheim.