Venezuela, México y Ecuador han perdido libertad en internet durante el último año debido a estrategias de control y manipulación de sus Gobiernos, según el informe anual que publica hoy Freedom House.
EFE
De los siete países latinoamericanos analizados, Venezuela es el único que cambia de estatus, al pasar de “parcialmente libre” a “no libre” por un deterioro “en todos los frentes” de la libertad en internet.
México, Ecuador y Brasil se mantienen como “parcialmente libres”, aunque los tres han visto empeorar su libertad en la red, mientras que Colombia (“parcialmente libre”), Cuba (“no libre”) y Argentina (“libre”) conservan la puntuación del año anterior.
El informe “Libertad en Internet 2017”, adelantado a la prensa antes de su presentación este martes en Washington, evalúa la situación en 65 países, con el 87 % de los usuarios de internet del mundo, en el periodo entre junio de 2016 y mayo de 2017.
En Venezuela, el país latinoamericano al que se dedica más espacio, los usuarios tuvieron que lidiar con menos acceso, más censura de la crítica y otras violaciones de sus derechos, de acuerdo con el informe.
Además, en el marco de las protestas antigubernamentales, los reporteros de medios digitales “enfrentaron brutales intentos de frustrar su cobertura, con detenciones arbitrarias, amenazas y ataques físicos de las fuerzas de seguridad del Estado y grupos progubernamentales”.
Venezuela, Filipinas y Turquía están entre los 30 países cuyos Ejecutivos “emplearon un cuerpo de ‘formadores de opinión’ para difundir las ideas del Gobierno, impulsar agendas particulares y contrarrestar a sus críticos en las redes sociales”.
El número de Gobiernos que intenta controlar los debates de internet de esta manera ha crecido cada año desde que Freedom House comenzó a seguir este fenómeno en 2009, pero la práctica se ha extendido y sofisticado técnicamente en los últimos años.
En el caso de México, clasificado como “parcialmente libre”, se destacan dos estrategias de “desinformación”: los “bots políticos”, cuentas falsas y automáticas de redes sociales para amplificar ciertos mensajes, y los comentaristas pagados progubernamentales en la red.
El informe señala, asimismo, las “prácticas de vigilancia ilegal” en el país recogidas en las investigaciones que revelaron “que el spyware (programa espía) del Gobierno atacaba de manera abusiva a las personas involucradas en la investigación de la corrupción y los abusos contra los derechos humanos”.
“Al menos 22 periodistas, abogados de derechos humanos y activistas fueron objeto del spyware del Gobierno en México”, precisa.
Además, un estimado de 75.000 cuentas automatizadas conocidas coloquialmente como “Peñabots”, por el presidente Enrique Peña Nieto, han sido empleadas “para superar a la oposición política en Twitter”.
México también aparece, junto a Brasil, en la lista de ocho países donde hubo personas asesinadas por escribir sobre temas sensibles en internet y, es más, en la de los cuatro (con Pakistán y Siria) donde esto ocurrió en cada uno de los últimos tres años.
De Ecuador, que se mantiene también como “parcialmente libre”, se destaca que el expresidente Rafael Correa creó una web para enviar a sus seguidores “una notificación cada vez que un usuario de redes sociales criticaba al Gobierno”.
Además, el reporte denuncia que durante la campaña electoral de las presidenciales se piratearon cuentas de redes sociales de políticos, periodistas y activistas “de la oposición” para “difundir desinformación”.
España no aparece en el informe, como tampoco otros países del sur de Europa como Portugal y Grecia.
Freedom House es una organización independiente con sede en Washington que da seguimiento al estado de la libertad, la democracia y los derechos humanos en el mundo.