Cuanta indignación se vislumbra sobre los anuncios de los falsos líderes de la MUD: “El jueves 9 de noviembre de 2017, Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional (AN), acompañado de Luis Florido, presidente de política exterior, dio una rueda de prensa en la que anunció que acordarán un proceso de facilitación “con países amigos de la región latinoamericana” para que haya “condiciones electorales que sean absolutamente nítidas, creíbles y de confianza” en la próxima elección presidencial y para dar solución “al tema humanitario de comida y medicinas”.
Considero que el liderazgo de la MUD, nuevamente comete errores tácticos a los ojos de la inmensa mayoría del país, que desprecia y aborrece todo lo cercano y vinculado al régimen de Nicolás Maduro, como es el hecho de considerar, exteriorizar o vender la idea que en los actuales momentos el régimen de Nicolás Maduro necesita concretar un proceso de negociación, luego de haber un triunfo mayoritario en las elecciones regionales. Representando mayor gravedad, pretender anunciar un camino a elecciones presidenciales con una MUD, dividida, una sociedad mayoritariamente opositora desmotivada, incrédula,desconfiada, resentida y traicionada en los valores, convicciones democráticas, luchas racionales y emotivas. En tal sentido, surge de inmediato la duda, ¿cuál bando político tiene prisa o afán por llegar al momento electoral?
Observo las imágenes sobre el anuncio tan pobre de parte de Julio Borges, de ir a un proceso de negociación, y luce, por decir lo menos, un acto casi individual, carente una vez más de la sumatoria de esfuerzos por parte de la dirigencia opositora, cuando lo deseable es que responda a una necesidad del país mayoritariamente opositor y no a los intereses políticos de quienes han secuestrado la coalición opositora, altamente conocidos como mezquinos. En ese contexto, existen indicios sobre puntos y temas de la agenda, que hablan sobre un eventual cambio de los Rectores del CNE, pero y el papel estratégico y protagónico del Plan República y la Logística y los Recursos del Estado, que de modo grosero se han manejado a lo largo de estos 18 años a favor del oficialismo.
También es posible hablar de errores estratégicos, porque nadie de modo responsable en la MUD habla de los siguientes temas, frente a la esperanza de un país distinto, la deuda política-social responsabilidad de la MUD, frente al país opositor: ¿La ANC qué papel jugará antes, durante y después de un eventual proceso de negociación? ¿La FAN qué papel jugará igualmente, ya que es grosera su obediencia ciega a los intereses del PSUV y no los descritos en la Constitución Nacional? ¿Los grupos paramilitares llamado Colectivos, serán minimizados, exacerbados, insuflados, apoyados, perseguidos, perdonados? Esa omisión maliciosa ocurre ya que tenemos una MUD sin contenido como alternativa real y sostenible, frente a casi 20 años del mayor desastre contemporáneo que ha sufrido el país, representado por el chavismo.
Son tantas costuras sueltas que es posible observar en los líderes de la MUD, que sin temor a equivocarme parece que la sociedad decente del país lucha contra dos grandes enemigos, la MUD y el régimen del PSUV que gobierna sin parámetros democráticos y mucho menos valores, en razón de ello se percibe una sociedad donde los protagonistas de la calle opositora, buscarán un espacio, un protagonismo real, preponderante, hasta donde se les permita y exijan, aún esa escena no ha culminado.
Una vez más nuestra tan reconocida e inconsecuente moralmente e irresponsable políticamente ex Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz de Ferrer, le colocó la guinda al pastel asomando de modo público, que es el momento de negociar una salida consensuada con Nicolás Maduro. Cuan errónea apreciación, como dirían los procesalistas que acuden a formalizar los recursos de casación. Hablando de pastel, todos en la MUD, junto a la “Fiscal reformada”, hacen las veces de Pintacaritas del régimen para hacerlo lucir más agradable a los ojos del mundo.
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