Extraños radicales contra el régimen madurista, porque se supone que cuando se adversa a alguien con tanta “pasión” como esta minúscula parte de la oposición, la lógica dicta que deberían hacer cosas para salir del oficialismo, deberían tratar de contribuir en una solución viable, que sea lo más rápida posible, que se pueda comunicar a la población de manera clara, sencilla que pudiera ser entendida y aceptable para todos.
Pero debo hacer antes de continuar un paréntesis. Cuando hablo de radicalísimos me refiero a un grupúsculo adentro y otros tantos alucinados afuera, que mantienen una actitud irreductible de un falso radicalismo en tanto no tienen ni las ideas ni los medios para poder salir del castro-chavismo-madurismo más allá de una satisfacción alucinatoria expresada en las redes sociales. Además, debo decir que contra Maduro, radicales somos todos los venezolanos de oposición y una muy buena parte de militantes y simpatizantes del chavismo. Radicalísimos son los que le han montado un bullying a la oposición para complacencia del régimen.
Así, tenemos a estos radicalísimos que coinciden con el madurismo, porque no hace más que llamar a la abstención y a la división de la oposición como la formula divina para salir de esta tragedia. La abstención de la oposición y su división son la provocación claramente expresada en todas las cadenas por Nicolás Maduro en sus múltiples alocuciones diarias, acompañado por sus corifeos: Diosdado Cabello, Mario Silva, Jorge y Héctor Rodríguez, entre otros vociferantes del PSUV. Una verdadera coincidencia de extremos.
Estos “radicalísimos” también aúllan contra las negociaciones que emprende la oposición agrupada en la Asamblea Nacional en República Dominicana y que tiene el apoyo internacional, como se demuestra con la presencia de los Cancilleres de Méjico, Chile y Paraguay que forman parte del grupo de Lima que es el que cuenta con el respaldo de los Estados Unidos y la Comunidad Europea. Es decir, no están de acuerdo con lo que la Comunidad Internacional respalda como una salida del castro-chavismo-comunismo.
Los “radicales”, además de no proponer nada realizan retrofecías que son lo contrario a las profecías, éstas son la anunciación por revelación divina de un acontecimiento. Aquellos son los que van al pasado a rumiar viejas decepciones a encaramarse sobre los hombros un escaparate por hemeroteca donde guardan viejas y nuevas afrentan reales o imaginarias y las reviven al menor estimulo sensorial en donde puedan percibir que la política puede triunfar y que pueden fracasar sus retrofecías.
Hay una masa importante de venezolanos que adoptaron una posición abstencionista muy justificada por cierto, porque está motivada por frustración provocada por la caterva de ofertas engañosas que se realizaron durante el conflicto de marzo-julio. Los llamados a la “hora cero” a la “huelga general”, el que no se iba a instalar la constituyente, el anuncio de la caída del régimen, incluso por encima de la dirección de sus partidos, los que decretaron la muerte de la vía electoral y que luego no les quedó más remedio que ir a unas elecciones de gobernadores mal preparados y sin el discurso apropiado para enfrentar la trampa cantada por el oficialismo. Todo esto causo un desgarro afectivo que provoco una hemorragia emocional que llevo a muchos electores a abstenerse.
Pero ya es hora de salir del down. Aquí va a ver elecciones en el 2018 (y no es una profecía) la votación opositora es de 7.000.000 de votos y el madurismo es de 5.000.000 (sabiendo que la mitad es el resultado de la manipulación del sistema electoral) ¡usted me dirá quién va a ganar! La trampa se combate si todos vamos a votar. En esta nuestra patria pueden pasar muchas cosas, pero la única que depende de Usted, de su voluntad, es ir a votar. Piense que la otra elección es en el 2025. Para los que andan entusiasmados por la supuesta caída de Mugabe, eso ocurrió, si es que se concreta al final después de 37 años. Usted votando podrá decidir hasta cuando quiere que dure este régimen y para cuando recuperar la democracia y una forma de vida civilizada.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog