En estos momentos de crisis extrema por la que estamos pasando, los venezolanos tenemos como prioridad de subsistencia, la comida y las medicinas por encima de cualquier otro tema, porque se trata de la vida de la gente, que cada vez se deteriora más por la falta de la ingesta de nutrientes en su alimentación y, por la escasez de medicinas de más del 80% en productos fármacos, lo que está provocando un colapso social, que podría desencadenar un estallido a corto plazo, porque está más que visto, que no hay voluntad por parte del régimen para enfrentar esta crisis humanitaria.
Estamos en una etapa de alto descontento y preocupación por parte del pueblo venezolano, quien cada día ve mermada su capacidad monetaria para adquirir alimentos y medicinas, porque éstos sufren a diario incrementos en sus precios, y para el 80% de la población se hace cuesta arriba poder hacer por lo menos dos comidas al día, porque simple y llanamente el poder adquisitivo no da para satisfacer esta demanda, tomando en cuenta que el 70% tiene un ingreso mínimo mensual, y esto aunado a la mega inflación, se hace misión imposible alimentarse en niveles de calidad proteica y calórica.
La Canasta Básica Familiar, subió en octubre a 5.594.119,73, según cifras del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), lo que representa un incremento de 43,39% con respecto al mes de septiembre, y de 872,33% con respecto a octubre de 2016.
Y lo peor es, que según las proyecciones de los expertos, para diciembre, ésta se podría ubicar en más de 10 millones de bolívares.
No sólo los alimentos sufrieron incrementos, sino que el rubro de salud, aumentó 41,9%, situación ésta que complica la ya deteriorada crisis que tenemos en este sector, donde miles de venezolanos han muerto a mengua, ante la imposibilidad de poder conseguir los medicamentos para sus tratamientos y para salvar sus vidas.
Pues bien, fundamentados en esta realidad donde ya no es literal que la gente está muriendo de hambre y a mengua, es menester lograr una unidad sincera y una alianza social para que se permita la apertura de un canal humanitario. Nuestro enfoque debe ser este y dejar a un lado cualquier otro tema, y no porque no sea importante, sino que la prioridad de nuestro pueblo es, precisamente alimentarse y tener acceso a los medicamentos para tratar sus padecimientos, en especial para las enfermedades como Paludismo, Difteria, Sarampión, Sarna y Fiebre Amarilla que estaban erradicadas, pero que producto de la ineptitud y la indiferencia del régimen, volvieron con mayor fuerza y ya han cobrado la vida de muchos venezolanos, que mueren en los hospitales por no tener los antídotos y medicinas para salvar sus vidas, tal como fue la lamentable muerte la semana pasada de Adrián Guacarán, el niño que le cantó a San Juan Pablo II en su primera visita a Venezuela en enero de 1985.
No podemos permanecer de brazos cruzados e indiferentes frente a la desgracia que estamos padeciendo, debemos enfilar nuestros esfuerzos en solventar la crisis humanitaria, y luego nos ocupamos de los demás, y no es que no sea importante pero la vida es un derecho constitucional, y debemos defenderlo a cómo de lugar.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
Unidad Democrática
@ismaelprogreso