El satélite Meteosat fue lanzado por primera vez hoy hace 40 años, un hito para el desarrollo de la meteorología que sentó las bases para la cooperación europea y mundial en este dominio, informó la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Cuando llegó a su destino, Meteosat-1 completó la cobertura total del planeta desde una órbita geoestacionaria, sentando las bases para la cooperación meteorológica a nivel europeo y mundial, que continúa hoy en día”, dijo en un comunicado.
Su puesta en marcha contribuyó al desarrollo de los sistemas meteorológicos, pues a través del satélite se pueden “calcular la velocidad y la dirección de los vientos en función de los movimientos de las nubes” y “mejorar significativamente la predicción meteorológica”.
También tuvo un rol importante en la información sobre los huracanes.
Para el organismo, satélites como el Meteosat “abrieron las puertas a una enorme cantidad de información que, en combinación con los nuevos modelos informáticos, permitieron ofrecer pronósticos más fiables para periodos de tiempo más largos”.
Meteosat-1 despegó a las 13:35 GMT del 23 de noviembre de 1977 desde Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, y alcanzó su órbita operativa el 7 de diciembre de ese año. Dos días más tarde, logró enviar su primera imagen.
Fue además “el primer satélite en órbita geoestacionaria en contar con un canal de vapor de agua para estudiar el movimiento de la humedad en el aire”, indicó la ESA.
Meteosat, cuyo embrión está en Francia, en el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) y el servicio meteorológico estatal, supuso un antes y un después en la cooperación europea en materia espacial.
“Distintos países habían comenzado a vigilar la ionosfera desde el espacio pero, aunque las conferencias espaciales europeas de los años sesenta acordaron la adopción de un satélite meteorológico europeo, hasta Meteosat no se comenzó a explotar el potencial de este tipo de satélites”, refirió la ESA.
El programa Meteosat cuenta todavía con un satélite en la posición operativa de longitud 0º y ha lanzado aparatos de segunda generación, que mantiene el diseño en forma de tambor del satélite original, “pero es 2,5 veces mayor y ofrece mejor resolución”.
“De cara al futuro se está desarrollando Meteosat de Tercera Generación, con nuevas capacidades como la detección de relámpagos, que garantizará la continuidad en la vigilancia europea de la atmósfera desde el espacio hasta la década de 2030”, concluyó la ESA. EFE