La ayuda humanitaria requiere de dos factores clave para poder concretarse: la voluntad de un poder, organismo o nación que desea otorgarla y que el gobierno que va a ser beneficiado tenga disposición de recibir los donativos, reseñó El Nacional.
Por Daniela León
Ricardo Escalante, representante de la Asociación de Médicos Unidos por la Crisis Humanitaria (AMUCH), indicó que ya existe el primero de esos factores, debido a que varios países accedieron a enviar cargamentos con medicinas e insumos médicos a Venezuela.
El inventario de medicamentos, tanto en farmacias públicas como privadas, se mantuvo intermitente durante todo 2016 y 2017.
De acuerdo con la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), la escasez de medicinas todavía se mantiene en 85%.
La fundación Cáritas de Venezuela, organización de la Iglesia Católica, gestionó la ayuda humanitaria recolectada en Chile para que se entregara en Venezuela. Efectivamente, el cargamento de medicinas llegó a puertos venezolanos en agosto de 2016, pero según las autoridades no cumplía con los requerimientos para acceder al país.
Con temor de que las medicinas se dañaran o vencieran dentro de los contenedores, Cáritas instó a los encargados del puerto a permitir la distribución de dichas medicinas. Sin embargo, la respuesta fue negativa.
En octubre de 2016, el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) declaró abandono fiscal del cargamento, por lo que se apropiaron de los contenedores y le entregaron las medicinas al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Los dirigentes políticos de oposición y los representantes de Cáritas calificaron estas acciones como un “robo” porque el gobierno venezolano se apoderó de una donación gestionada por una organización ajena a él y desconoció que era una ayuda de países solidarios por la crisis en el país.
A cuentagotas
Grupos de venezolanos en distintas regiones del mundo recolectaron medicinas en el exterior para enviarlas a Venezuela.
Para evitar lo que sucedió con Cáritas, los colaboradores decidieron enviar pequeños lotes de fármacos en cajas comunes para que entraran discretamente al país.
Las encomiendas ayudaron a cientos de pacientes a obtener donaciones gestionadas principalmente mediante las redes sociales.
Pero la tarea es muy complicada, debido a que las organizaciones implicadas no pueden conseguir todas las medicinas, como es el caso de las de alto costo. Este tipo de medicamentos pueden costar entre 25.000 y 100.000 dólares.
Las donaciones que se hacen desde el extranjero son de fármacos convencionales como analgésicos, antibióticos y antialérgicos.
¿Qué es la ayuda humanitaria?
El doctor Ricardo Escalante, activista a favor de recibir la asistencia, explicó que la ayuda humanitaria es un aporte que da la comunidad internacional a países en conflictos bélicos y que pasan por tragedias naturales.
“Venezuela no está en un conflicto de ese tipo, pero si en uno económico, en el que hay dificultades para traer medicamentos. Es una situación que se agrava cada vez más”, detalló.
“Este tipo de problemas hay que tratarlo inicialmente con una terapia de choque: llenar los canales de distribución con una ayuda humanitaria. Sin embargo, a pesar de que hay países con contenedores de donaciones listas para Venezuela, las autoridades venezolanas no quieren recibirlas”, agregó.
El especialista acotó que el siguiente paso para superar el desabastecimiento de medicinas, después de distribuir los cargamentos recibidos, es pagar las deudas con los proveedores internacionales, que antes exportaban sus productos al país.
¿Es necesaria la ayuda humanitaria?
Ban Ki-moon, ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas,aseguró en agosto de 2016 que Venezuela vivía una crisis de salud grave.
“Estoy muy preocupado por la situación actual, en la que las necesidades básicas no pueden ser cubiertas, como ocurre con la comida, el agua, la sanidad y la ropa. Esos son síntomas de una crisis humanitaria”, señaló.
“Ban Ki-moon no fue el único en considerar que Venezuela necesitaba ayuda. El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski se reunió en septiembre de 2016 con el secretario de Estado de Estados Unidos para el momento, John Kerry, y planteó crear un grupo de apoyo internacional para Venezuela.
“No vamos a invadir otro país, no nos vamos a meter, eso es muy difícil. Lo primero que hay que hacer es un grupo de ayuda para Venezuela, donde no hay remedios en las clínicas y no hay comida. Es una situación muy grave”, expresó.
Otros países que mostraron su apoyo a los venezolanos son sus vecinos Colombia y Brasil, que han permitido a los venezolanos recibir atención médica en sus regiones fronterizas, a pesar de que generan una alta demanda de servicios y medicinas en relación a la oferta de esas zonas.
Durante 2017 las organizaciones no gubernamentales siguieron enfocadas en exigir que el Ejecutivo nacional acepte la ayuda humanitaria. El objetivo de ellas es evitar más muertes por desatención médica en el país y lograr que los intereses políticos no vulneren el derecho a la salud de más venezolanos.
Cuatro opciones para obtener ayuda humanitaria
El término “Crisis Humanitaria” es empleado por la sociedad venezolana, y sobre todo por los políticos, para generalizar las consecuencias de la escasez de medicamentos y alimentos en el país. Para Enrique Montbrun, médico experto en Medicina de Desastres, lo correcto sería denominar la situación como una “Emergencia Compleja”.
El doctor explicó que el calificativo “Emergencia Compleja” hace énfasis en casos de falta de gobernabilidad o inestabilidad política, detrimento económico y conflictos sociales internos entre grupos armados. Su diferencia con respecto a la “Crisis Humanitaria” es que esta última se aplica comúnmente para cuando ocurren desastres naturales junto con otros problemas, como podrían ser las carencias sociales o económicas.
El país tiene la posibilidad de recibir ayuda internacional para aliviar su situación. Montbrun señaló cuatro alternativas a las que puede optar el gobierno de Nicolás Maduro.
Organización de Naciones Unidas (ONU)
La nación afectada debe pedir la ayuda humanitaria a la ONU, que mediante su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), envía una delegación para evaluar las áreas afectadas en la salud, servicios y alimentación de los ciudadanos. Al confirmar la emergencia, se le proporciona recurso humano, material y financiero, de acuerdo con el tipo de atención que se requiera. Solo se le exige al gobierno nacional que se integre con los órganos internacionales para ejecutar acciones conjuntas.
La resolución 46/182 suscrita por las naciones integrantes de la ONU pauta estas normas, en la que también se explica que el Comité Internacional de la Cruz Roja, La Liga de Sociedades de la Cruz Roja, la Media Luna Roja, la Organización Internacional para las Migraciones y las organizaciones no gubernamentales autorizadas pueden participar en el plan de ayuda y recuperación.
Proyecto Esfera
La Cruz Roja creó esta iniciativa. El Estado afectado debe solicitar la ayuda a la sede de la organización en su país, que envía una comisión para constatar lo que ocurre y observar las áreas perjudicadas. Los principios de esta vía se basan en la declaración de los derechos humanos.
Organismos regionales de integración
Como miembro pleno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Venezuela puede recibir ayuda de sus vecinos. La garantía de este auxilio fue suscrita con la aprobación por todos los miembros en su Manual de Gestión para la Asistencia Mutua frente a Desastres, documento que norma las políticas de socorro humanitario. La nación debe pedir su aplicación.
Actores no tradicionales
Consiste en la ayuda que puede realizar una persona desde cualquier parte del mundo usando sus recursos para adquirir insumos y enviarlos al país. El aporte debe ser supervisado por el Ministerio de Salud.