La adicción al teléfono móvil e internet puede causar desequilibrios químicos cerebrales en jóvenes usuarios que generan más trastornos como la depresión o el insomnio, según un estudio de la Universidad de Corea divulgado hoy en EE.UU.
Nota de Prensa
Los jóvenes adictos a estas nuevas tecnologías presentaron índices significativamente superiores en depresión, ansiedad, insomnio severo e impulsividad que aquellos que realizaban un uso sano y controlado, informó en un comunicado la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), que acogió la presentación del trabajo en su encuentro anual celebrado en la ciudad de Chicago.
“Cuanto mayor era el índice, más severa era la adicción”, comentó Hyung Suk Seo, profesor de Neurorradiología del centro universitario con sede en Seúl y autor del estudio, sobre las pruebas realizadas a un total de 38 jóvenes y adolescentes, de los que la mitad había sido diagnosticada como adicta.
Entre los 19 adictos al teléfono celular e internet, 12 recibieron sesiones de terapia de comportamiento cognitivo durante nueve semanas como parte del estudio, y todos se sometieron a un test para medir la severidad de la dependencia en el que se abordaron cuestiones relativas a las rutinas diarias, la vida social, la productividad y los patrones de sueño.
Para la realización de la investigación, los expertos emplearon también espectroscopias de resonancia magnéticas con objeto de medir la composición química del cerebro.
Estos exámenes se produjeron antes y después en aquellos que estaban recibiendo terapias y, solo en una ocasión, en quienes no presentaban ningún problema de salud para conocer los niveles de ácido aminobutírico (GABA), que inhabilita o ralentiza las señales cerebrales y que influye en algunas funciones como la ansiedad.
Las pruebas concluyeron que el nivel de GABA -respecto a la creatina y glutamina- era mayor en aquellos que eran dependientes tecnológicos, lo que puede influir en efectos como la ansiedad o la somnolencia, según la investigación.
Hyung también informó de que la terapias de comportamiento cognitivo ejercidas sobre aquellos afectados por este problema normalizó los ratios de este ácido, algo que calificó como “una buena noticia”.
Según datos del centro de estudio Pew Research Center que recoge la RSNA, el 46 por ciento de los jóvenes de EE.UU. dicen que no podrían vivir sin su teléfono, una muestra de que “más y más personas se están convirtiendo en dependientes de aparatos electrónicos portátiles”.
La RSNA es una asociación que agrupa a 54.000 radiólogos y oncólogos de radiación, entre otros especialistas y que tiene su sede en Oak Brook, en el estado de Illinois.