De acuerdo con informaciones recogidas por agencias internacionales asesores de deuda, incluyendo al Banco Rothschild, participaron ayer en una reunión de acreedores venezolanos en Londres para discutir cómo manejar la propuesta del régimen venezolano para reestructurar unos 60.000 millones de dólares de sus bonos en circulación.
Por Horacio Medina @unape
Fuentes financieras comentaron que la reunión se realizó por iniciativa del fondo de cobertura británico Macro Synergy Partners, para definir estrategias y alternativas ante lo planteado.
Aseguran las agencias internacionales que Rothschild, una consultora global con sede en París, también participó, una señal que permite inferir que existe interés por parte de importantes firmas financieras en asesorar la que podría ser una de las reestructuraciones de deuda soberana más complejas de la historia.
Aun cuando el régimen de Nicolás Maduro ha reiterado que Venezuela seguirá cumpliendo con sus obligaciones, los acreedores, que incluyen desde fondos de cobertura hasta fondos de mercados emergentes, están comenzando a sentar las bases alternativas, para enfrentar un posible incumplimiento de las obligaciones de pago por parte de Venezuela.
También ayer, el economista jefe de Torino Capital, Francisco Rodríguez, advirtió en el Foro Perspectivas 2018, organizado por la Cámara de Comercio Venezolano-Argentina que Petróleos de Venezuela, S.A., es susceptible a que tenedores de bonos 2020, cuyo período de gracia para pago de intereses venció pasado 27-N, activen procedimiento de embargo de activos en CITGO, representadas en 50% de acciones comprometidas como garantía de estos papeles.
(Cifra exacta es 50.1% ya que otro 49.9% fue dado como colateral de garantía a empresa rusa Rosneft por préstamo de 1mil 915 millones US$)
Francisco Rodríguez también comparó el caso de PDVSA con el caso de la deuda pública en República Democrática del Congo, asegurando que “el caso constituye un ejemplo de cómo los acreedores lograron embargar exitosamente cargamentos de petróleo en manos de intermediarios del Gobierno congoleño, lo cual, en última instancia, obligó al país a llegar a un acuerdo sobre su deuda externa”.
En ese caso de la República Democrática del Congo, un juez de la Corte Suprema de Inglaterra llegó a la conclusión de que los propietarios nominales del petróleo, en un cargamento que había sido rastreado, era una fachada utilizada por el Congo para ocultar activos del acreedor y la empresa acreedora, consiguió embargar el envío de petróleo. Dos años más tarde, un tribunal belga permitió a esa misma empresa apoderarse de 10,5 millones de euros de la ayuda exterior belga al Congo. Además, le congelaron dinero en bancos europeos.
Para terminar de conformar un cuadro que resulta, cuando menos preocupante, el diputado de la Asamblea Nacional y economista José Guerra denunció ayer que el régimen de Nicolás Maduro sigue en mora con los compromisos de intereses y amortización de capital del bono PDVSA 2020, motivo por el cual podría embargarse poco más de mitad de su empresa filial CITGO.
Quizás toda esta “persecución” desatada por el ilegítimo Fiscal General Tareck William Saab, y la negociación de la deuda de CITGO, supuestamente a espaldas del régimen, tenga mucho que ver con la idea de construir, una suerte de coartada que los exculpe, ante la posible pérdida de CITGO, en un plazo perentorio.