Los menores de Latinoamérica están desprotegidos frente a la violencia, especialmente ante los ataques sexuales, dijo en una entrevista con Efe el asesor Regional de Protección Infantil del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), José Bergua. EFE
El experto manifestó que casi ningún Estado de la región ha dado realmente la “prioridad” que merece el combate de la violencia contra las niñas, niños y adolescentes, lo que perfila el fenómeno como una causa más para que los menores migren de sus países.
El asesor de Unicef para América Latina y el Caribe, quien se encuentra en El Salvador para participar en la XXII Conferencia Regional sobre Migración denominada “Mujeres Migrantes”, aseguró que “la violencia sexual ha sido uno de los temas poco tratados por los gobiernos”, pese a que el fenómeno está obligando a que más niñas y adolescentes dejen sus territorios.
Unicef estima que 1,1 millones de niñas y adolescentes en Latinoamérica han sufrido violencia sexual en algún momento de su vida, incluyendo abuso sexual, violación, secuestro y reclutamiento forzado, por pandillas o crimen organizado, lo que, según Bergua, es “muy preocupante y lleva a estas personas a decidir emigrar”.
Ante esta problemática, el experto indicó que uno de los grandes desafíos de Unicef es acabar con la “invisibilización” que sufren las niñas y adolescentes, ya sea por su condición de ser niñas, por ser migrantes o por ser mujeres.
Además, señaló que los Estados latinoamericanos tampoco están “preocupados” por recopilar información que ayude a Unicef y otros organismos internacionales a tener datos sobre las principales problemáticas que sufre este sector.
Bergua indicó que “es necesario que los Estados establezcan sistemas de información fuertes y poderosos” que contribuyan a “visibilizar” la realidad que viven las menores, y que permita a los países contar con datos “elementales para la erradicación del problema”.
“Cuanta más información específica obtengamos, más acceso se tendrá para tomar mejores decisiones sobre el tipo de políticas que se deben poner en marcha para erradicar este tipo de violencia”, acotó.
El asesor recordó que las niñas y adolescentes antes de ser víctimas de violencia, migrantes, refugiados o solicitantes de asilo, son menores de edad “que deben de ser protegidos por los estados”, que tienen la obligación de brindar condiciones que eviten el “atropello” a sus derechos humanos.
Asimismo, subrayó que los estados latinoamericanos “deben de fortalecer los sistemas de protección de la niñez y adolescencia para la prevención adecuada” de los casos de violencia sexual y crear espacios seguros para este sector.
El experto agregó que el tema de la violencia y la migración “no es algo nuevo, ni un fenómeno transitorio, ya que continuará mientas las causas estructurales no se aborden como debe de ser”.
El Salvador albergó entre el 27 al 30 de noviembre la XXII Conferencia Regional sobre Migración “Mujeres Migrantes”, encuentro que se desarrolló a puerta cerrada, y en el que Unicef propuso medidas para proteger a las menores frente a la violencia sexual y de género que sufren en sus países y en el tránsito irregular a otras naciones.
En la actualidad, los países miembros de la Conferencia Regional son Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
Este espacio constituye un foro regional multilateral sobre migraciones internacionales en el que participan países que comparten, desde distintas perspectivas, una problemática en común, con base en experiencias que involucran situaciones de origen tránsito y destino de las migraciones.