A una semana para la repetición de los comicios regionales en el Zulia y las municipales en todo el país, el tabardillo comienza a pegar y hasta los más osados estrategas políticos tragan grueso.
Primero hay que decir que con el Zulia los políticos no han sido del todo sinceros con los electores durante este terrible año que todavía no culmina. El candidato Juan Pablo Guanipa representó el cambio. Se hizo acompañar de figuras de importantes dentro de la zulianidad, su campaña fue pulcra y capitalizó un voto contra la mediocridad que representó el gobierno de Arias Cárdenas y el chavismo. Entendió en el momento que el voto es la única batalla posible que los ciudadanos mortales podemos dar contra una parafernalia de terror y fuerza sin sentido.
Pero siempre terminamos cargando con el bacalao de las contradicciones. La oposición leyó mal la imposición hecha por el gobierno el 30 de julio, cuando se llevaron a cabo las elecciones para escoger candidaturas a la ANC y no para escoger si estábamos de acuerdo o no con el aparato supraconstitucional y autócrata con el que dieron punto final a las protestas. Fue su bomba atómica. Pero nadie dijo que las negociaciones para desmontar esta ANC fueron saboteadas desde los propios liderazgos de los partidos, que vieron peligrar sus protagonismos basados en el “Fuera Maduro o nada”. Nunca hubo otra estrategia. Por eso estamos en la nada.
El gobierno cobró con este fraudulento pasó la falta de coherencia política de la oposición y de la resistencia que solo se basó en la inmediatez. La resistencia fue un movimiento coyuntural, sin rostro ni plan que no fuera otro que remover las calles, pero al desaparecer las protestas desaparece la resistencia.
Los intereses de los partidos y su hambre protagónica estuvieron por encima de la necesidad de combatir el hambre, la miseria, la inflación, la escasez y el modelo hiperpopulista y violento que aún gobierna y que cobra duro por los errores cometidos.
El discurso que más hace ganar réditos dentro de los radicales sigue siendo el de sacar a Maduro de forma mágica, pero la oposición no pudo detener la arremetida de una dictadura que tenía todo planificado. Fue una derrota. Nadie la reconoce. Se impuso la ANC. Somos rehenes de esta situación. Es parte de la naturaleza humana no reconocerla como un acto de negación, pero está allí, hace estragos, te apunta en la cabeza, amenaza con invadir tu casa, tu oficina, te obliga a dejar de trabajar porque para comer debes sacarte el carnet de la “indigencia-patria”, es como cuando el secuestrado abre los ojos y ve caminando al secuestrador en un espacio no reconocido mientras se percata que se encuentra amarrado y casi inmóvil. Estamos allí y hay que negociar.
Fue la ANC la que llamó a elecciones regionales. Juan Pablo Guanipa lo sabía. Pudo haberse retirado antes. Manuel Rosales fue habilitado después de las primarias, pero acompañó a Guanipa en su campaña. A pesar de lo que muchos pensaron, UNT no jugó para atrás. Había un pacto de gobierno entre PJ-UNT y VP. Fuimos con ese CNE y ese Plan República. Nadie duda que tomaron y tomarán ventaja en las municipales, pero mes y medio después el Zulia está obligado a pasar por el averno nuevamente para decidir sobre su destino.
La última vez ganamos pero perdimos, perdimos tanto que la opción de Prieto dibuja peor que la de Arias, lo sabrán cuando cierren los pocos comercios y escuelas privadas que queden.
Hay molestia porque parece que para PJ solo servía la gobernación del Zulia si se obtenían las otras 18 gobernaciones y la mayoría de ellas fueran amarilla, lo que hace preguntarnos si Oscariz y Capriles hubiesen hecho lo mismo de haber ganado Miranda. Acaso no se juramentaron los diputados ante una AN bombardeada por el TSJ y la dictadura.
Ahora la discusión ya no es sobre juramentarse o no ante un órgano fraudulentamente impuesto sino en cómo sobrevivimos ante la amenaza clara de un gobierno enemigo de los ciudadanos. El problema es peor que cuando Arias, porque el candidato de Diosdado Cabello es temido hasta por su mismo entorno y en sus apariciones públicas Prieto solo intimida y chantajea a la clase media y hasta más abajo si no se cuadran con el miedo
¿Tenemos la culpa los zulianos del mal cálculo hecho por la oposición en las regionales pasadas? ¿Qué ganamos con el sacrificio del gobernador electo ahora gobernador renunciante? ¿Qué ganamos criticando a Rosales si fue la decisión de Guanipa la que encendió su oportunidad? ¿Quién colocó al Zulia frente al mayor peligro de su historia con la candidatura de Omar Prieto? ¿Los que viven fuera y llaman a abstenerse creen que vivirán el terror y el miedo que esta nueva candidatura chavista representa?
La de Rosales no es una candidatura milennials pero muchos milennials se desarrollaron gracias a su plan de becas y Maracaibo vivió el último recuerdo de desarrollo con su gestión. Mientras Prieto anuncia la toma de los colegios privados para invadirlos con colectivos y maquinarias de castigo cubanas, Rosales, que no la tendrá fácil por la crisis, relanza un programa de becas para frenar la deserción estudiantil y permitir que los jóvenes estudiantes que decidieron quedarse en el país, al menos hagan futuro.
A pesar de las críticas y del bulling político por redes, Rosales no ha perdido la conexión en la calle, ni en los barrios, quienes lo acusan de componendas no han podido demostrar nada fuera de estar abierto al diálogo como punto de encuentro de un país que se destroza. Apartaría como detalle importante para asumir el voto este 10 de diciembre por su opción: No le da miedo gobernar ni se va a dejar quitar el IMAU y la Policía, ni entregará el Zulia a los chavistas. Tiene la posibilidad de reagrupar la oposición en el principal corredor electoral del país que servirá de apoyo al factor determinante que se medirá en las presidenciales.
Sobre la abstención: Dos cosas le funcionaron al gobierno. Supo minar el tema de la abstención entre los indecisos y pesimistas. Se prestó para fomentar la desinformación y el descrédito de los factores democráticos. La estrategia tuvo efecto. No podemos seguir haciendo el juego a esta mala estrategia para sacar el país del atolladero político en que nos encontramos. Los abstencionistas no tiene plan o estrategia ni idea alguna de lo que es la política, porque todo lo llevan al plano personal y emocional. Critican, degradan, insultan y discriminan cualquier antagonismo, pero se ofenden si confunden sus intenciones con las del chavismo. No se comprometen con nada. Sus devotos espontáneos son incapaces de organizarse y son ariscos a la disciplina. Quieren que el país cambie de un día para otro pero no se involucran. No hay tiempo para seguir destruyéndonos entre nosotros mismos, prefiero salir a votar para dar nuevamente la batalla. De qué sirve quedarse en casa para que nos arrebaten la soberanía popular.
¿Cuál es el punto?
Encuestas: El gran adversario seguirá siendo la abstención, pero el miedo generado por el modus operandi del candidato oficialista le suma votos a Rosales que comienza a puntear a escasos días para las elecciones. El bloque duro de UNT saldrá a votar igual que lo hizo el 150, pero igual lo hará la militancia baja de PJ y VP, que hace caso omiso a la directiva de sus partidos. Las mediciones lo colocan entre 10 y 16. La principal preocupación del chavismo se encuentra en el corredor Maracaibo, Cabimas, Lagunillas y con menos grado San Francisco. Prieto buscará convencer a cambio de beneficios como el CLAP. Lo hizo Carmen Meléndez, quien prácticamente era una desconocida en el estado Lara y le sirvió para tomar la delantera.
Ventaja: Según la empresa consultora Comunicometría, el voto duro Chavista que no se desplaza está en el orden de los 4 millones de electores. En las Regionales llegaron a 5 millones, es su techo. Según Hinterlaces, encuestadora afín al gobierno, si la política económica se mantiene, tal como parece, el presidente Maduro requeriría 2 millones de votos más que no los tiene.
Fecha: Por cierto, según el propio Schemel de Hinterlaces, las presidenciales serán el 5 de marzo del 2018.
@_artedelaguerra
La muerte de un anciano es como una biblioteca que se quema, proverbio africano
@damasojimenez