El proyecto de reforma de pensiones que impulsa el Gobierno de Argentina buscará hoy ser aprobado en una sesión especial parlamentaria en la que el oficialismo y sectores de la oposición debatirán por el valor de las pensiones sociales, en medio de un fuerte operativo de seguridad que rodea al Congreso. EFE
El oficialismo convocó a una sesión especial para debatir un proyecto que cambiaría la fórmula jubilatoria.
La conocida “reforma previsional” tiene un fuerte apoyo del presidente, Mauricio Macri, pero también recibió fuertes críticas de sectores políticos de la oposición, movimientos sociales y la Confederación General del Trabajo (CGT).
Mientras los diputados llegan al Congreso y comienzan las negociaciones previas a la sesión especial, el Palacio Legislativo se encuentra blindado por un operativo de seguridad a cargo de la Gendarmería que pretende controlar el fuerte clima de protesta y las protestas en contra de la iniciativa oficialista.
Graves incidentes se registraban pasado el mediodía en la plaza donde se ubica el Congreso, cuando agentes de Gendarmería y de la Policía comenzaron a arrojar gases lacrimógenos ante piedrazos de los manifestantes.
También algunos diputados de la oposición, como el kirchnerista Máximo Kirchner, hijo de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) se enfrentaron a la policía.
Fuentes del peronista Frente para la Victoria informaron que en los incidentes, la Gendarmería “dejó inconsciente” al diputado del de la formación Matías Rodríguez “por un golpe en la cabeza” y a la legisladora Mayra Mendoza “le tiraron gas pimienta en la cara”.
“Lo que nosotros queremos decirles a todos los argentinos es que las condiciones en que nos quieren obligar a sesionar hoy son absolutamente inaceptables. Nunca hemos visto el nivel de militarización que tiene hoy el congreso”, denunció en declaraciones a la prensa a la llegada a la Cámara el diputado Agustín Rossi, presidente del bloque de diputados del FpV-PJ.
En este sentido, Rossi pidió al Gobierno “que levante este cerco militar” y al presidente de la Cámara, el oficialista Emilio Monzó, “que garantice que la sesión se pueda realizar en condiciones normales”.
“A los jubilados les mintieron muchos años y ahora les siguen mintiendo diciéndoles que la nueva fórmula les bajaría sus haberes”, dijo antes el diputado del oficialista frente Cambiemos Luciano Laspina.
El legislador oficialista explicó que el proyecto impulsado por el Gobierno crea una nueva fórmula que actualiza las jubilaciones cada tres meses.
“Hay que llevar tranquilidad a los jubilados y decirles que el año próximo sus haberes van a ganarle por cinco puntos a la inflación, entonces no van a perder poder adquisitivo”, señaló Laspina quien considera que Cambiemos conseguirá los votos necesarios para aprobar la reforma.
Sin embargo, representantes de otros bloques como el Justicialista o el del Frente Renovador, ambos de orientación peronista reconocieron que votarán en contra del proyecto.
El presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, indicó que aprobar la iniciativa del Gobierno sería “meterle la mano en el bolsillo a los jubilados”.
Acusó al oficialismo de “quitarle a los que menos tienen” porque “la inflación será mayor que la actualización trimestral que proponen”.
Además, la diputada del peronista Frente Renovador Mirta Tundis también manifestó su rechazo a la reforma previsional.
Su principal argumento se centró en la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados, ya que “la actualización de los haberes por sobre la inflación pueden ser buenos pero aun así el valor nominal es bajísimo y ellos terminan perdiendo”.
A poco de que comience el debate dentro del recinto de la Cámara Baja, Laspina auguró que habrá quórum para que la sesión pueda comenzar pero la incertidumbre pasa por la cantidad de votos que pueda conseguir el Gobierno para aprobar su iniciativa.
Mientras esas negociaciones parlamentarias avanzan, el clima en las inmediaciones del Congreso es tenso y múltiples movilizaciones de protesta se acercan al Palacio Legislativo, que está blindado con un operativo en el que participan 600 gendarmes.
Uno de los líderes de las protestas y secretario general de la CGT, Antonio Caló, anunció mientras caminaba hacia el Congreso que “si el proyecto se aprueba mañana habrá paro general”.
“Cada vez que el Gobierno quiera vulnerar los derechos de los trabajadores y jubilados, nosotros nos movilizaremos y vamos a marchar”, sostuvo Caló.
De esta manera, la sesión especial convocada por la reforma en las pensiones necesitará 124 diputados presentes para obtener el quórum necesario, y 129 votos a favor para convertirse en ley.
Argentina, un país con buena gente. pic.twitter.com/p7ShVAuFrV
— Fabio Fusaro (@FabioFusaro) 14 de diciembre de 2017