El yacimiento minero más grande de Venezuela y la pequeña isla de Barbados están conectados. Aunque separados por más de mil kilómetros de distancia, ambos puntos geográficos están unidos en el negocio surgido de la delimitación del Arco Minero del Orinoco por parte del gobierno de Nicolás Maduro en febrero de 2016. Si en el sur de Venezuela reinó durante años el contrabando, así como la minería artesanal e informal, ahora se levantan las bases de una apresurada explotación con empresas mixtas entre el Estado y compañías privadas con sociedades en la isla caribeña.
Por: ROBERTO DENIZ/ El Nacional
Por alguna razón, no del todo clara, esa actividad en un área de casi 112.000 kilómetros cuadrados en el norte del estado Bolívar y en el sur del río Orinoco, según el decreto presidencial 2248 publiado en la Gaceta Oficial 40855 del 24 de febrero de 2016, y con la que el gobierno de Venezuela pretende suplir el declive de los precios petroleros y el desplome de la producción de crudo, ha terminado ligada a empresas registradas en ese pequeño paraíso fiscal llamado Barbados. Es el caso de Corporación Faoz, una desconocida compañía venezolana que en agosto de 2016 firmó un acuerdo con el Ejecutivo para la explotación de coltán, un mineral estratégico conocido como el “oro azul” y anhelado por industrias como la de telecomunicaciones.
“En el año 2013-2014 participaron en la exploración de yacimientos de fosfato en el estado Táchira y en 2016 presentaron el proyecto de empresa mixta con la República Bolivariana de Venezuela para la exploración y explotación del yacimiento de tantalio y niobio en el estado Bolívar”, dijo a modo de justificación el presentador sobre Corporación Faoz en un acto celebrado el 5 de agosto de 2016 en el Banco Central de Venezuela.
Ahora la filtración Paradise Papers permite conocer que tres años antes de que adoptara el nombre de Corporación Faoz la empresa había creado una sociedad homónima en Barbados, como si anticipara lo que estaba por venir. Se trata de Faoz Corp, inscrita el 13 de mayo de 2013, apenas dos meses después de la muerte de Hugo Chávez y a uno de la elección de Nicolás Maduro como presidente de la República. El Arco Minero del Orinoco aún no aparecía en el horizonte.
En busca del coltán. El 5 de agosto de 2016 fue Luisa Herminia Alcalá Otero quien firmó un acuerdo con el gobierno a nombre de la compañía, representado por el entonces ministro del Desarrollo Minero Ecológico, Roberto Mirabal. Aquel convenio se oficializó casi tres meses después con el decreto presidencial 2359, publicado en la Gaceta Oficial 41026. Allí nació la sociedad Empresa Mixta Minera Ecosocialista Parguaza (Emmepsa), cuyo 55% del capital accionario pertenece a la estatal Corporación Venezolana de Minería y el resto 45% a Corporación Faoz. Como director de la sociedad en Barbados figura otro integrante de la familia Alcalá: Rafael Enrique Solórzano Alcalá.
Los papeles de registro indican que la compañía fue creada para dedicarse a la consultoría, inversiones y desarrollo de proyectos en la industria minera. La empresa no respondió a la solicitud enviada por correo electrónico, ni a la petición que se realizó en las oficinas de Emmepsa, en la Torre Hener en El Rosal. Hasta allí redirigen a quienes llegan a la Torre Teaca, en la misma urbanización capitalina, y donde quedan las oficinas de Corporación Faoz, según su sitio electrónico. “Por ser una compañía mixta debemos solicitar la autorización del ministerio”, advirtió uno de los empleados.
Una resolución del Ministerio del Desarrollo Minero Ecológico, publicada el 6 de diciembre de 2016 en la Gaceta Oficial41046, determinó que la empresa mixta tendría derecho a la “exploración y explotación de minas y yacimientos de tantalio-niobio (coltán), ilmenita, casiterita, estaño, circón, cuarzo, granito, diamantes y oro, incluso su aprovechamiento”, en una superficie de 10.201 hectáreas ubicada en el municipio Cedeño en el estado Bolívar. En esa Gaceta Oficial también quedó claro que a la Corporación Faoz apenas le bastó inyectar 450.000 bolívares –45% del capital accionario de la empresa mixta– para entrar en el negocio, de acuerdo con el acta de la asamblea de accionistas publicada allí.
Precisamente en esa y otras actas de las asambleas de los accionistas quedan en evidencia aspectos llamativos sobre la ahora socia del Estado venezolano. Originalmente Corporación Faoz, creada en 1992, se llamó Construcciones Faría y solo adoptó el nuevo nombre el 29 de julio de 2016, apenas días antes de cerrar el acuerdo con el gobierno de Venezuela para entrar en el Arco Minero del Orinoco. En su web la compañía simplemente explica: “Somos una empresa fundada en 1992 dedicada al área de la construcción. Prontamente diversificamos nuestras operaciones hacia el ámbito de la minería, llevando a cabo proyectos de investigación, exploración y explotación de minerales metálicos y no metálicos”.
El negocio de Corporación Faoz no termina allí. También está relacionada con la Empresa Conjunta Minera de Nueva Esparta, que en el acto celebrado el 5 de agosto de 2016 en el BCV, selló otro convenio con el gobierno. Por Ecomine firmó otro Alcalá, esta vez, Félix Ángel Oliveros Alcalá, quien también aparece como presidente de Corporación Faoz en algunas actas de las asambleas de accionistas de Emmepsa.
El 9 de septiembre la Agencia Venezolana de Noticias informó que la empresa mixta Emmepsa logró producir la “primera tonelada de coltán”, noticia que también fue divulgada por Corporación Faoz en su web. De acuerdo con la reseña, los1.000 kilogramos del mineral fueron extraídos “a la par que se calibraba la maquinaria y el sistema mecánico que regirá las operaciones en las minas situadas en el sector Los Pijiguaos, en el estado Bolívar”.
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