El pasado 16 de diciembre, luego de una reunión con el Comité Parroquial de AD en Campo Carabobo, me trasladé en compañía de Tito de Freitas y Rosy Bitriago a la comunidad rural Agua Linda. Obviamente, la intención es conocer de primera mano las dificultades del pueblo campesino del municipio Libertador. Una vez allí, encontramos ciudadanos muy atentos a nuestro mensaje de socialdemócratas convencidos y, a la vez, nos contaron sus vicisitudes diarias con lujo de detalles.
La primera inquietud fue expresada en relación al servicio de transporte público, a esa comunidad compuesta por 216 familias les suministraba transporte solo cuatro “Jeeps” pero ahora queda uno operativo. Dos fueron robados y otro está parado por falta de repuestos y así llevan 2 años. El Consejo Comunal posee un vehículo 350 que con todo gusto ayudaría a resolver sus problemas de transporte pero también está parado a falta de “arranque, batería y cauchos desde hace 4 años”.
Por otra parte, el servicio de agua potable no llega a la comunidad rural de Agua Linda, pese a que el acceso al agua es un derecho humano internacionalmente reconocido, de hecho, los campesinos deben pagar hasta Bs. 4 mil por un tambor de 200 litros del vital líquido que puede durar máximo tres días en una familia promedio. Con anterioridad, las seis granjas avícolas que funcionan allí suministraban agua a los vecinos, pero estas granjas están paralizadas gracias a la crisis de insumos.
Por si eso fuese poco, en Agua Linda no llega el suministro de Gas Doméstico. Los vecinos deben comprar las bombonas de gas a un revendedor desde Bs. 8 mil y luego pagar Bs. 20 mil más por su transporte hasta allí. Le dejo una tarea amigo lector, compare ese precio con el costo que oficialmente, vía decreto, supuestamente tienen las bombonas de Gas Doméstico. Aquí en Agua Linda, Parroquia Independencia, donde nació Venezuela, gobierna el olvido y la desidia. Gracias Maduro, gracias Lacava y gracias Perozo.
No debo dejar de mencionar que allí, esas 216 familias, viven en condiciones muy duras. Allí nunca llegó la “Misión Vivienda”, solo están las casas rurales construidas por los gobiernos adecos y claro, la población crece y la gente recurre a construir casas con materiales inadecuados. No hay un ambulatorio rural y si alguien se enferma debe recorrer dos kilómetros para llegar al centro de salud más cercano.
Le pediría a los gobernantes de turno que vinieran, pero probablemente no quieran porque se les puede dañar alguna de sus camionetotas lujosas con los huecos de la vialidad inservible que tenemos en Agua Linda. Aquí, desde hace casi 20 años, no saben lo que es asfalto para la vía de penetración agrícola. Pero aquí, el pueblo de Agua Linda no se rinde. Los jóvenes hacen todo lo posible por estudiar en su humilde escuela básica y cuando deben ir al liceo caminan aquellos dos kilómetros para salir de la pobreza con la herramienta del conocimiento. Tienen una esperanza de hierro, indomable ante el olvido madurista. Quieren salir adelante y lo harán.
Lo harán porque hay adecos en este país. Aquí nadie se rinde, nadie se doblega, nadie se deprime, nadie está dispuesto a entregar nuestra democracia ni a los militares, ni a ambiciosos empresarios, ni a los cubanos, ni a rusos o chinos. Aquí solo mandará el pueblo, que, con su voto Universal, Secreto y Directo, decidirá quién será el nuevo presidente de Venezuela. #LaCulebraSeMataPorLaCabeza
Julio Castellanos / [email protected] / @rockypolitica