El número de nacimientos en Japón ha caído este año a su menor nivel desde que comenzaron los registros hace más de un siglo, con alrededor de 941.000 nuevos bebés, dijo el viernes el Ministerio de Salud, en una prueba del desafío que enfrenta el país ante una población envejecida y en retroceso.
La cantidad de nacimientos será cerca de un 4 por ciento más bajo que el año pasado y el menor nivel desde que el Gobierno comenzó a compilar los datos en 1899, dijo el Ministerio.
“Lo que está detrás de esto es un continuo declive en el número de mujeres en la típica edad de maternidad de 25 a 39” años, dijo un funcionario del Ministerio de Salud.
El número de muertes probablemente aumente en un 3 por ciento con respecto al año previo en 1,34 millones, el máximo registrado luego de la Segunda Guerra Mundial, lo que resulta en el mayor declive natural de la población de 403.000 decesos, agregó.
Estos datos no incluyen a ciudadanos extranjeros que viven en Japón, que representan un 1 por ciento de la población. Sin incluir a los extranjeros, el país tiene una población de unos 125 millones de habitantes.
Los gobiernos han intentado durante años alentar a las familias a tener más hijos, pero la población sigue contrayéndose y envejeciendo.
Las personas mayores de 65 años representan el 27,2 por ciento de la población total, el índice más elevado de la historia, según datos difundidos en julio, mientras que aquellos menores de 14 años cayeron a un mínimo récord de 12,7 por ciento.
Japón ha sido resistente a abrirse a la inmigración. Muchos japoneses se enorgullecen de lo que ven como una homogeneidad cultural y ética, incluso mientras la población envejece y la fuerza de trabajo se encoge. Recientemente, el Gobierno ha estado incrementando sus esfuerzos por atraer a estudiantes y trabajadores calificados del extranjero. Reuters