Mientras en Honduras y en Chile se realizan comicios bajo la supervisión nacional e internacional, transparentes y confiables, en la Venezuela bolivariana se avecina una nueva elección organizada por el Ejecutivo y no por el ente electoral, supuestamente independiente. También, mientras los presidentes electos Piñera y Hernández llaman al diálogo y a la concertación, el régimen venezolano va por la otra vía, la de la imposición, la autoritaria, la dictatorial.
Las declaraciones del nefasto Capitán Cabello que confirman para el proceso electoral presidencial venidero, un mismo CNE, con sus mismas reglas y su misma estructura, dicen mucho. Minan el diálogo, ese encuentro deportivo en Santo Domingo que a nada va a conducir, salvo a la cohabitación querida por algunos en los partidos de oposición oficialista, UNT y Avanzada Progresista, me refiero.
Estas declaraciones bien calculadas de Cabello confirman que el diálogo no tiene sentido, lo que todos, menos unos muy pocos, sabemos; y, segundo, que el CNE está total y absolutamente dirigido por el PSUV y que cualquier resultado, en esas condiciones, es, sería y será, un simplemente teatro electoral.
El régimen con su Constituyente cubana busca hacer una oposición propia, a su medida, para lo cual eliminar a las fuerzas vivas es indispensable. Ya lo hicieron en días pasados al forzar a la revalidación a AD, VP y PJ.
Sin duda, sólo busca el régimen legitimar a UNT, el partido de Rosales y de Timoteo Zambrano quien ahora pretende, para entrar en acción, dirigir una Asamblea Nacional en la cual nunca ha participado, para no entorpecer sus relaciones de “amistad y de cooperación” con el régimen madurista. Y a ese movimiento que llaman Avanzada Progresista, de un Henry Falcón que con sus declaraciones deja ver sus debilidades políticas, sus costuras.
El año próximo traerá muchas cosas, entre ellas la salida democrática de Maduro, por la vía de la renuncia, necesaria por lo demás; o de una elección que por la abrumadora derrota tengan que reconocer. No será fácil, pero estamos en la fase final del camino, aunque el régimen lo desconozca y afirme que todavía el pueblo que los apoya es mayoría.
Lamentablemente para ellos, no salen de los estudios de VTV y de Miraflores y no se dan cuenta de que la protesta que se ha venido llevando a cabo en todo el país está más allá de la MUD y de la oposición y por supuesto del grupo opositor que busca la cohabitación con la dictadura, esperando no sé qué, pues la alternancia es simplemente imposible bajo regímenes de esta calaña.
Robert Carmona-Borjas