Diez erizos con sobrepeso han sido sometidos a una estricta dieta y a un régimen de ejercicio luego de que comieran en exceso comida humana por las calles de Israel. Los animales habían engordado tanto que ya no podían enroscarse como una bola para defenderse de los depredadores. Uno de ellos, Sherman, llegó a pesar 1,6 kilos, casi el doble del peso medio de un erizo de su edad. Vea cómo los doctores tratan a los animales de esta enfermedad típicamente humana.