El Real Madrid de Zinedine Zidane empeora en la presente Liga los números que provocaron, tras 18 jornadas, la destitución de Rafa Benítez con un balance de 37 puntos, cinco menos que el líder, un Barcelona del que ahora el equipo blanco está a 16, reseñó EFE.
El 4 de enero de 2016 Rafa Benítez fue sustituido por Zidane tras disputar 18 jornadas de Liga, el mismo número que se han jugado de la actual competición, con la excepción de un partido que el Real Madrid tiene pendiente por su participación en el Mundial de Clubes.
Aún con una victoria en ese encuentro que el conjunto blanco tiene que jugar en Leganés, los números de Zidane empeorarían los de su antecesor.
Benítez fue destituido cuando el Real Madrid marchaba tercero en la clasificación liguera con 37 puntos, a cinco del Barcelona y cuatro del Atlético de Madrid. No tenía el apoyo del vestuario, como sí tiene Zidane, y se fue con un balance de once victorias, cuatro empates y tres derrotas, 47 goles a favor y 18 en contra.
En el presente, la defensa del título conquistado el pasado curso no ha podido tener peor primera vuelta para Zidane. Tras jugar 17 de las 18 jornadas del torneo liguero, empeora los números que fulminaron la corta etapa de Benítez.
Suma 32 puntos, cinco menos (serían dos si vence en Butarque), con un balance de nueve triunfos, cinco empates y tres derrotas con 32 goles a favor y 16 en contra.
Los 16 puntos de desventaja con el líder, el Barcelona, le hacen despedirse de la lucha por el título y marcha cuarto, con el Atlético de Madrid a siete puntos y el Valencia a cinco.
Precisamente será el Valencia el equipo al que rendirá su próxima visita en Liga, tras dos partidos que deben servir de bálsamo en el Santiago Bernabéu, ante Villarreal y Deportivo de La Coruña.
Los de Zidane no ganan lejos de su estadio desde la jornada 8, el 14 de octubre, cuando lo hicieron en Getafe.
Desde entonces, una derrota, ante el Girona, y los empates frente a Atlético de Madrid, Athletic Club y Celta de Vigo han sentenciado cualquier esperanza de reacción para meterse en el pulso por la Liga con un Barcelona que dejó sentenciado al conjunto madridista con su triunfo en el Bernabéu el 23 de diciembre.