Bangladés dijo el martes que completará en dos años el proceso de regreso de muchos de los cientos de miles de musulmanes rohinyá que han huido de un conflicto en Myanmar, tras una reunión entre autoridades de ambos países.
El plan de repatriación bilateral, que Myanmar dijo que comenzará el próximo martes, fue recibido con escepticismo por organizaciones no gubernamentales, que señalaron que no aborda en forma adecuada aspectos de seguridad, sustento y restablecimiento permanente.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bangladés sostuvo que el esfuerzo de retorno considera “a la familia como una unidad” y que Myanmar dará refugio temporal a los que regresen antes de construirles viviendas.
Bangladés establecerá cinco campamentos de tránsito y enviará a los rohinyás a dos centros de recepción en el lado de Myanmar, según el comunicado.
“Myanmar ha reiterado su compromiso para detener el flujo de residentes de Myanmar hacia Bangladés”, indicó.
El comunicado también llama a la repatriación de huérfanos y “niños nacidos de incidencias injustificada”, una referencia a violaciones que provocaron embarazos, dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bangladés.
La violación de mujeres rohinyá por parte de fuerzas de seguridad de Myanmar fue generalizada según Naciones Unidas y activistas. Los militares niegan haber estado involucrados en ataques sexuales.
La crisis comenzó después de que ataques de insurgentes rohinyás contra puestos de seguridad el 25 de agosto en el estado occidental de Rakáin provocaron una feroz respuesta militar que Naciones Unidas denunció como limpieza étnica. Unas 650.000 personas huyeron de la violencia. Reuters