El exinspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Óscar Pérez, fue localizado la madrugada del pasado lunes 15 de enero por un cuerpo policial élite integrado por funcionarios de: las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Comisión Antiextorsión y Secuestro (Conas) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
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Pérez, en conjunto con otros seis compañeros, fueron masacrados en horas de la mañana a pesar de haber pedido su rendición en reiteradas oportunidades. Según videos publicados por Pérez por medio de sus redes sociales, la orden del gobierno “era asesinarlos”.
Aunque el mundo ha condenado esta acción como una ejecución extrajudicial del régimen de Maduro, el gobierno alega que fue este grupo sublevado el que inició el tiroteo y hasta aseguraron que lanzaron granadas en contra de los efectivos.
Mientras esta masacre se llevaba a cabo y la inseguridad en Venezuela sigue desbordada, en el Centro Penitenciario de Aragua, conocido como la cárcel de Tocorón, los presos comunes viven una vida de lujo y excesos. Así lo denunció el reportero Jesús Medina, quien por medio de una investigación aseguró que en dicho recinto hay un banco, piscinas y hasta drogas ilegales.