El asesinato cruel, calculado, frio, sangrento de Óscar Pérez y sus acompañantes por parte del narco régimen, con premeditación y alevosía. Refleja en esencia la escoria orgánica, nazista y pretoriana del régimen que azota a nuestro pueblo.
¡Jamás se había visto, en nuestro país, tanta crueldad y miseria humana ante los ojos del mundo!
Cuando Hugo Chávez y sus secuaces dieron el fallido golpe de estado en 1992, con incontables muertos, la sociedad democrática, les perdonó la vida, los encarceló, los liberó y no les limitó sus libertades civiles y políticas.
Un asesinato, en donde todos los cuerpos represivos del estado, armados hasta los dientes, en conjunción con los pránes, colectivos y G-2 cubano, cual jauría de perros de caza, se sobre ponían unos a otros, en apresurada carrera, sin jerarquía de mando que garantizara la vida de los civiles involucrados. Todos corrían como locos, disparaban con armas, granadas, tanques, etc., en búsqueda de la presa arrinconada y fácil de masacrar. Cuando los rehenes gritaban, en alta voz, que deponían las armas y solicitaban negociar la entrega, los esbirros del régimen le gritaban ¡la orden es matarlos a todos!
Las FANB que dirigían, en principio, el proceso y negociaban la entrega de los rehenes, fueron pateadas y sacadas del juego por los operadores colectivos, pránes, CICPC y G-2 cubano que al final se llevaron el preciado trofeo. A Óscar Pérez le cae una viga del techo después del segundo bombazo del tanque, aprisionado entre escombros con cinco impactos de balas en su cuerpo, a quema ropa, ya moribundo, le dan un tiro de “gracia” en la cabeza.
Los jóvenes oficiales de las FANB ya saben quiénes los dirigirán, de ahora en adelante, para matar a mansalva a quienes osen oponerse al régimen. La dignidad y decoro del ejército venezolano rueda por el suelo.
De esa misma manera, durante 18 años, han saqueado al país, quebrado sus instituciones, doblegando al personal que en ellas laboran. Expropiando y extorsionando al sector productivo privado, arruinándolo y echándole la culpa de una inventada guerra económica.
Acabaron con la educación libre para imponer una ideologizada. Destruyeron las instituciones sanitarias, hospitales, ambulatorios, centros médicos, para imponer la medicina cubana que no sirve ni para nada.
Acabaron con la industria petrolera transformándola en una chatarra que no puede mantenerse en pie. Destrozaron el signo monetario, el Bolívar, para imponer el Petro, moneda del narco tráfico y fuga de capitales. Pulverizaron el salario del trabajador y ahora los cestas tiques valen más que el salario, plena prueba que para el régimen se trabaja estrictamente para medio comer.
Doblegaron al más débil, lo idiotizaron, le quitaron su libertad y ahora son presas de los clap, de las dadivas del carnet de la patria a través del dinero electrónico. Pusieron al pueblo a comer basura. Al inconforme le abrieron las puestas para que se fueran. A la clase media la acosan como contra revolucionaria, y no la dejan vivir en paz.
El proceso de diálogo es una metáfora para ganar tiempo en su intención de ganar adeptos votantes a través de la regaladera de dinero y los clap. Dos elementos cruciales componen la piedra de tranca en las negociaciones: uno, la composición del directorio del CNE en el próximo proceso electoral y, la otra, el reconocimiento de la fraudulenta e inconstitucional ANC. Creo que no habrá acuerdos que satisfagan a los contrincantes y menos al pueblo.
El régimen impondrá el escenario electoral, bajo sus estrictas condiciones y tratar de romper la unidad de la oposición democrática. Para ello trazará la siguiente estrategia: Primero, obliga a los principales partidos de oposición a relegitimarse por no haber asistido a al proceso electoral municipal, violando abiertamente la ley electoral, e impone tal decisión a través de la inconstitucional ANC. Lo cual hace tácito su reconocimiento, por si hay un revés electoral que no lo favorezca. Segundo, mantendrá a los más destacados líderes opositores fuera del juego electoral. Tercero, montará de nuevo alcabalas electorales para evitar el voto masivo del pueblo opositor. Restringirá el voto en el exterior cerrando o movilizando centros de votación. Mantendrá su registro electoral infectado de votantes falsos. Cuarto, en caso de un revés electoral obligaran al próximo Presidente juramentarse ante la ANC la cual le exigirá, al nuevo mandatario, su reconocimiento y vigencia temporal prácticamente indefinida.
Para superar esos obstáculos la oposición democrática debe primero blindarse bajo una estrategia unitaria y un solo cuerpo político con astucias y lineamientos bien definidos, de obligatorio cumplimiento, y luego, escoger su candidato y no lo contrario.
El escenario económico de híper inflación y arrechera del pueblo, La presión internacional y las sanciones económicas y personalizadas sobre los esbirros del régimen hacen mella sobre los cálculos temporales del régimen en cuanto al cronograma electoral.
El vil asesinato de Óscar Pérez por el narco estado pesa mucho en este escenario electoral. Se descubrió ante propios y extraños las entrañas nauseabundas de un régimen de profundas raíces fascistas.
El próximo 23 de enero debemos salir todos a la calle en honor a Óscar Pérez.
Econ. Nelson A. Pérez Valdivieso Miembro del Secretariado Nacional del Movimiento Progresista de Venezuela. MPV.
@nelsonperezav