Siete personas murieron en un ataque de pistoleros en una zona montañosa del noroeste de Colombia, estratégica para el narcotráfico y cuyo control se disputan grupos armados ilegales que también han provocado el desplazamiento de cientos de personas, informaron las autoridades, reseñó Reuters.
La masacre se registró el domingo por la noche en un bar ubicado en una zona rural del municipio de Yarumal, en el departamento de Antioquia, donde ingresaron hombres armados y encapuchados que dispararon contra un grupo de personas.
En la zona tienen presencia guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) -la mayor guerrilla activa de Colombia-, y el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país conformada por antiguos paramilitares de ultraderecha.
“Entraron cinco sujetos armados y dispararon contra quienes estaban en el lugar y causaron la muerte a siete personas”, dijo a periodistas el coronel Carlos Mauricio Sierra, comandante de la policía en el departamento de Antioquia.
Mientras, cientos de habitantes de una zona rural del municipio de Cáceres huyeron al área urbana después de combates entre bandas armadas que se disputan el control territorial y el dominio del cultivo de la hoja de coca y la producción de cocaína, informó la gobernación del departamento de Antioquia.
La región en donde se produjo la masacre y el desplazamiento fue controlada por la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ahora convertida en un partido político después del acuerdo de paz que firmó con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
El ELN, las disidencias de las FARC y las bandas criminales se disputan actualmente el control de las regiones selváticas y montañosas que el antiguo grupo guerrillero abandonó cuando entregó las armas a Naciones Unidas.
El Gobierno ha enviado miles de efectivos de las Fuerzas Militares a esas regiones para combatir a los grupos armados que buscan asumir el control del narcotráfico y de la minería ilegal.