Lauren Wasser, la modelo que tristemente perdió su pierna derecha luego de padecer el síndrome del shock tóxico (SST) por utilizar un tampón, se sometió a una cirugía el pasado lunes 15 de enero para que le amputaran la otra y así salvar su vida.
En 2012, Lauren, quien entonces tenía 24 años, comenzó a sentirse mal el 3 de octubre de aquel año, aunque no le dio demasiada importancia y continuó con su vida normal. Por la noche, las molestias habían avanzado y lo único que deseaba era descansar. Preocupada porque no respondía al teléfono, su madre le pidió a una amiga de la joven que la fuera a visitar, y esta la encontró inconsciente.
Luego de ser diagnosticada con el SST, sufrió un ataque al corazón que le provocó fallos en los riñones así como gangrena en las piernas, una úlcera abierta en el pie izquierdo y tuvieron que amputarle el talón y varios dedos.
Wasser, ahora de 29 años, se ha convertido en un ejemplo a seguir y en la vocera de las mujeres que han tenido que sufrir las consecuencias de esta enfermedad. A pesar de que intenta promover una ley que investigue los peligros que causan los materiales con los que se hacen los tampones y otros productos de higiene íntima femenina, tratando de salvar la vida de millones de mujeres y exigir que las compañías revelen con exactitud qué productos contienen sus artículos y los efectos a largo plazo, no ha tenido éxito.
Sorprendentemente, el proyecto de ley ha sido rechazado 10 veces.
Lauren es un ejemplo de superación y fue nombrada por la revista Forbes como una de las 30 personas menores de 30 años más relevantes del año. Envió un mensaje a través de las redes sociales, previo a entrar al quirófano:
Para prevenir la aparición del SST asociado al uso de tampones, los doctores recomiendan evitar el uso de los altamente absorbentes, cambiarlos con frecuencia (entre 4 y 8 horas) y durante la noche recurrir a otras opciones higiénicas.