La Alianza Nacional Constituyente (ANCO) fijó este viernes posición ante la convocatoria a elecciones presidenciales por parte del régimen a través de la Asamblea Nacional Constituyente.
A continuación el comunicado completo:
Ante la reciente convocatoria a elecciones presidenciales realizada por la Ilegitima Asamblea Constituyente, la Alianza Nacional Constituyente fija su posición ante el soberano pueblo de Venezuela y la Comunidad Internacional, en los términos siguientes:
1. Rechazamos la convocatoria a elecciones presidenciales por parte de la inconstitucional ANC, pasando por encima y desconociendo disposiciones expresas que señalan que no se pueden modificar las leyes electorales para convocar elecciones en un plazo menor a seis meses.
2. La convocatoria unilateral de elecciones es la respuesta del régimen de Nicolás Maduro para evadir los términos de “garantías electorales” que se exigían en la mesa del dialogo, dando por cancelado el esfuerzo cívico y electoral para salir de la profunda crisis venezolana; y es el anuncio de la falta de transparencia, control y de veeduría internacional experta e independiente para dicho proceso electoral. Causa suficiente para que la comunidad internacional deje de acompañar el dialogo que durante 7 meses acompaño sin resultado de ningún tipo. De manera que para la oposición es casi imposible ganar una elección ante esta conducta ilegal del dictatorial régimen. Cuando en el 2015 la oposición gano el “espacio” del parlamento, el régimen secuestro y anulo de hecho la Asamblea Nacional y su mayoría calificada de 2/3, dejando, hasta ahora, sin representación parlamentaria al Edo. Amazonas; mas recientemente, le fue arrebatado el triunfo de la gobernación de Edo. Bolívar a Andrés Velásquez, todo en medio de un silencio inexplicable.
3. Exhortamos a los factores opositores ante este despropósito del régimen, a que se reconduzca esa ruta electoral fraudulenta por no tener garantías ni procedimientos transparentes, que constituyen un profundo irrespeto flagrante a los venezolanos y a su voluntad soberana. Votar es una herramienta moral y política de la democracia, no de las dictaduras.
4. Esta arbitraria convocatoria se da bajo la hegemonía de una Asamblea Nacional Constituyente ilegitima, expresión del partido oficialista PSUV, dejando claro que el resultado desde ya lo sabemos, solo falta el proceso electoral para que declaren a su vencedor. El alarmante éxodo al exterior, en el orden de 4 millones de venezolanos, perseguidos o no por el régimen, es una cifra preocupante, que siendo en su mayoría opositores al régimen, éste se ocupara de evitar que depositen su voto en los consulados, como parte de su fraude continuado para garantizarse su permanencia en el poder.
5. La premura de la convocatoria, semejante a la elección de gobernadores, toma a los dispersos factores de la oposición, en condiciones precarias organizativas, sometidos a improvisar forzosamente la selección del candidato, funcionarios electorales, y todo bajo la hegemonía atropellante de los dictámenes imprevistos del régimen para garantizarse su triunfo fraudulento.
En razón a lo anterior:
1. Ratificamos nuestra razón del propósito democrático e incluyente de que ante la severa crisis que aqueja al país, corresponde al pueblo soberano, representado en las más diversas formas de expresión individuales o grupales, depositario de la soberanía nacional y el poder originario (art. 5, 347 constitucional), incluida la Fuerza Armada Nacional institucional, a que el pueblo venezolano decida y asuma directamente mediante una Consulta Popular la solución que más convenga al país, dentro de un proceso democrático en paz y recuentro que supere la actual crisis y ponga en marcha un nuevo proyecto de país.
2. Exhortamos a los organizaciones políticas y venezolanos que en su legítimo derecho aspiran a participar o a presidir el país, a que depongan ese democrático proceder en los actuales momentos, que lamentablemente para el país, convalida la conducta fraudulenta y totalitaria del régimen. Su aporte fundamental en estos momentos es colaborar en la constitución de una “Gran Alianza por la Consulta Popular, la unidad y reconciliación”, para consultarle no solo lo que por derecho natural y constitucional le es propio, sobre su destino personal, y familiar, sino el de su país Venezuela. El despojo que el régimen hizo del poder constituyente originario al pueblo, bien merece ser recuperado para dar una verdadera y autentica solución a los problemas del país.
3. Imploramos que es urgente y necesario que los venezolanos no solo manifestemos nuestro rechazo a viva voz a este nuevo despropósito electoral fraudulento, de una elección presidencial con la que no se cambia nada y por el contrario estaríamos a punto de ser exhibidos como un modelo comunista eternizante, con participación opositora, sin ser partido de estado ni lograr los cambios necesarios, sino que por el contrario debemos incorporaros militantemente a organizarnos en todo el país para “que el pueblo venezolano decida”, en ejercicio de la Soberanía Nacional y del Poder Originario en una Consulta Popular, cual ha de ser el rumbo y la solución que el país requiere, dentro de un espíritu de unidad, paz y reconciliación, haciendo suyo la exhortación de la Conferencia Episcopal Venezolana.
4. Reiteramos nuestro apoyo a la Conferencia Episcopal y su posición expuesta en su extraordinaria exhortación del pasado 12 de enero del 2018, del que recogemos a propósito de las iniciativas que los venezolanos debemos ejecutar para salvar la republica el siguiente párrafo: (6) “Las dificultades de entendimiento cada vez más graves entre el gobierno y la oposición política, a falta de un punto de apoyo común que se respete en la realidad, como debería ser la Constitución vigente, exigen al pueblo que asuma su vocación de ser sujeto social con sus capacidades de realizar iniciativas como, por ejemplo, que la sociedad civil lleve adelante una consulta para señalar el rumbo que quiere dar a la nación como prevé nuestra Carta Magna (Cfr. Art. 71). Si se negara este derecho o se entorpecieran las iniciativas para concretarlo, sólo quedarían dos posibilidades: pérdida definitiva de la libertad, con todas sus consecuencias, o acciones de resistencia y rebeldía contra el poder usurpador. Es el pueblo organizado quien tiene la última palabra. En unión con la mayoría de los venezolanos anhelamos que la dirigencia política y la sociedad civil presenten un proyecto de país creíble y realizable.”…
Queda de nosotros en la sociedad civil instrumentar esa solución asumiendo nuestra responsabilidad como sujeto social con capacidad para llevar a cabo esa iniciativa. Ya lo hicimos una vez el 16J-2017. Ahora debemos mejorar sustantivamente esa experiencia, pero esta vez garantizando ante las instancias nacionales e internacionales su efectivo cumplimiento. Sabemos cómo hacerlo y en ello invertiremos nuestros más denodados esfuerzos a favor de la libertad de Venezuela.
Alianza Nacional Constituyente, ANCO
Caracas. 26 de enero del 2018.