Los cinco bonos otorgados por el Gobierno para ayudar a las familias tendrán gran impacto en la relación de la población activa trabajadora. La subvención de Niño Jesús, Reyes, Embarazadas, Discapacitados y Carnaval llegan para competir con los esfuerzos que hacen cada día la masa trabajadora, los casi 14 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística. Así lo reseña laverdad.com
Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), señala que la entrega de beneficios, dentro de una política de improvisación, causa desincentivo en los trabajadores.
Pareciera que no se reconoce el esfuerzo de un trabajador. Y es que las ayudas, aprobadas desde diciembre por el Gobierno, tienen montos superiores a la de la jornada mensual de la clase laboral del país.
El salario integral decretado a enero de 2018 se fijó en 797 mil 510 bolívares. Mientras que los bonos se otorgan entre 500 mil a más del millón de bolívares por persona inscrita en el Carnet de la Patria.
“Con este tipo de política no se resuelven los problemas económicos. Y son violatorios de la Constitución porque se dan ayudas que no llegan a todo el mundo. Y ante la Ley todos somos iguales. Hay gente que necesita y no la está recibiendo”, precisa.
Advierte que solo con producción se puede contener la inflación que afecta el poder de compras del venezolano. “El trabajador que está trabajando ve que no va a recibir el bono. Se genera un desincentivo”. Y a la final “esos bonos son más inflación y menos trabajo. El tema de fondo es la producción nacional, crear más puestos de trabajo y controlar la inflación. Con los bonos no se “está resolviendo. Y no son suficientes para mantener la calidad de vida”.