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El diputado Fabricio Alvarado, un predicador evangélico opuesto al matrimonio homosexual, encabezó las elecciones presidenciales de este domingo en Costa Rica, aunque deberá ir a una segunda ronda en abril.
AFP
Con 68,3% de las mesas contadas, Fabricio Alvarado, del conservador partido Restauración Nacional, obtuvo 25,2% de los votos, seguido por el exministro Carlos Alvarado del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC, centro, sin relación de parentela con el primero), con 21,1%, por lo que los dos disputarían la segunda vuelta el 1 de abril.
Los datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) indican que el exdiputado y abogado Antonio Álvarez, del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata) llegaba en tercer lugar con 19%.
“La religión tuvo un papel muy fuerte en esta elección”, comentó el analista político independiente Carlos Chinchilla sobre la ventaja de Fabricio Alvarado.
Según la ley electoral costarricense, si ningún candidato obtiene al menos 40% de los votos, se disputa una segunda ronda entre los dos con más apoyo el primer domingo de febrero.
El presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, dijo que la jornada transcurrió sin incidentes y mostró una enorme participación de los votantes.
“Hemos votado sin sobresaltos ni amenazas, hemos votado en paz”, dijo Sobrado en la ceremonia de cierre de la votación.
Nelia Araya, una estudiante de 20 años que vota por primera vez, dijo estar “un poco nerviosa” al llegar a sufragar al Liceo Luis Dobles Segreda, aledaño al Parque Metropolitano La Sabana, de la capital.
Está preocupada por el surgimiento de un candidato con “discurso homofóbico”.
“Yo convencí a todos en mi casa de que voten para que no gane alguien que quiere quitarle derechos a la gente”, agregó la estudiante universitaria.
Su preocupación refleja el surgimiento en las encuestas del diputado y predicador evangélico Fabricio Alvarado, amparado en un discurso de rechazo al matrimonio homosexual que acaparó el debate político en la recta final de la contienda.
El diputado Alvarado, de 43 años, quien hasta diciembre no pasaba de 3% de apoyo en las encuestas, fue recibido por una multitud de simpatizantes que llegó a saludarlo y tomarse fotos con él cuando acudió a votar en el cantón de Desamparados, al sur de la capital.