Al menos cinco bebés fueron asesinados en la localidad de Kalinko, en el centro de Guinea-Conakri, después de que los manifestantes que protestaban contra un supuesto fraude electoral incendiaran con gasolina las casas donde se encontraban, informan hoy medios locales, reseña EFE.
En un mensaje retransmitido anoche por la televisión pública, el ministro de Administración Territorial y Descentralización, el general Bouréma Condé, acusó a “agitadores políticos” de causar estas muertes y denunció otros incidentes violentos en las localidades de Linsan (noroeste) y Dogomet (centro), donde los manifestantes derribaron la antigua residencia de un exministro.
“En todo el país se están enviando mensajes para incitar a la violencia. Conciudadanos, nuestro país no necesita violencia. Tenemos que esperar a que se sepan los resultados para presentar quejas, ¿por qué apresurarnos?”, añadió Condé.
Las elecciones locales celebradas el pasado domingo son las primeras desde 2005 -cuando el país se encontraba aún bajo régimen militar-, y habían sido pospuestas varias veces por distintos motivos como el brote de ébola, la inestabilidad política o la falta de recursos para organizarlos.
Desde el mismo día de la votación, el número uno de la principal fuerza opositora, la Unión de Fuerzas Republicanas (UFR), el ex primer ministro Sidya Touré, ha denunciado un fraude en el escrutinio de los votos e interferencias del Ejecutivo en el proceso electoral.
Antigua colonia francesa, Guinea-Conakri estuvo bajo un régimen militar hasta 2010, cuando se celebraron las primeras elecciones democráticas, que se saldaron con la victoria del aún presidente del país, Alpha Condé, reelegido posteriormente en las presidenciales de 2015.
Los comicios de 2010 pusieron fin a dos años de transición tras más de cinco décadas de poder autoritario.