Haber contraído el VIH implica que se debe prestar atención a todos los aspectos de la salud, incluyendo la bucal, puesto que este virus debilita el sistema inmunológico, por lo que la persona que tiene la infección está expuesta a sufrir problemas bucodentales. Muchas veces éstos pueden dar señales de la propia infección.
Cuando el sistema inmunológico se debilita, por la bajada de las defensas del organismo, surgen las primeras manifestaciones en la cavidad bucal. Es común la aparición de llagas, aftas, úlceras, gingivitis, periodontitis y boca seca, que son algunas de las alteraciones más frecuentes que presentan las personas con VIH.
La odontóloga Diana Vélez, advierte que las lesiones más recurrentes que pueden presentar las personas con VIH son verrugas, que aparecen en el interior de la boca, y pueden ser removidas congelándolas o con láseres, también son comunes manchas blanquecinas (Leucoplasia pilosa), sobre la superficie de la lengua, que pueden llegar a ser dolorosas y afectar el paladar, candidiasis que produce aftas de color blanco en la lengua e interior de la boca y gingivitis.
Por otro lado el tratamiento oportuno mantiene, restituye y sobretodo previene las infecciones intraorales como por ejemplo Periodontitis. “También ofrecemos una recuperación de la autoestima de la persona al brindarle opciones protésicas en caso de necesitarlas y esto a su vez produce beneficios psicológicos positivos” manifiesta Vélez.
La especialista recomienda mantener la higiene, haciendo uso de los productos adecuados como hilo dental, enjuagues bucales, una buena técnica de cepillado y visitando el consultorio para hacer un chequeo general de la condición de encías, dentadura y de esta manera controlar los posibles complicaciones asociadas al sida, queda de parte del profesional de la odontología realizar una adecuada historia clínica, valorando los resultados de la carga viral y conteo linfocitario de CD4 para determinar el estado general de salud de la persona.