Una tormenta invernal llevó fuertes nevadas el viernes a zonas del medio oeste estadounidense que provocaron la cancelación de vuelos, el colapso de carreteras y el cierre de colegios.
“La nieve copará el viernes los titulares meteorológicos desde la gran área metropolitana de Chicago hasta Detroit”, advirtió el Servicio Nacional de Meteorología en un comunicado.
Estaba previsto que en Detroit y Chicago las precipitaciones dejaran 23 centímetros de espesor de nieve, y se esperaba más de 2,5 centímetros por hora en el área de Detroit para el viernes por la mañana.
Más de 1.100 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos de Chicago y Detroit, al menos la mitad en el de O’Hare, uno de los más concurridos del país.
Las aerolíneas advirtieron de que se producirán más cancelaciones en aeropuertos cercanos, y anunciaron que permitirán el cambio de las reservas de vuelos sin costes adicionales.
“Nuestra ciudad está enfrentándose a la primera gran tormenta de nieve que hemos visto en muchos años”, aseguró el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, a la vez que pidió a los ciudadanos que se mantengan en sus casas o edificios y “se tomen en serio las advertencias y consejos”.
La ciudad, acostumbrada al azote de fuertes vientos, no sufría una tormenta de tanta intensidad desde 2011, cuando cayeron alrededor de 50 centímetros de nieve en tan poco tiempo que algunos conductores se vieron obligados a dejar abandonados sus coches en las carreteras.
Los funcionarios insistieron en que esta vez están preparados, con cerca de 300 máquinas quitanieves para prevenir la escena de siete años atrás. Aún así, desde el jueves por la tarde hasta la mañana del viernes, docenas de coches se accidentaron en la ciudad.
Los meteorólogos prevén que la tormenta dure hasta el viernes por la noche.
AFP