La casi extrema delgadez de los niños venezolanos pueden incluirse también en los “logros de la revolución bonita”.
Y sus delgadas figuras se pudieron ver durante actividades en las plazas Bolívar y Diego Ibarra, así como los parques Hugo Chávez y Alí Primera de Caracas, organizadas para que los ciudadanos “celebren” los carnavales en el momento en que Venezuela atraviesa por una de las crisis económicas, alimenticias, de salud y de seguridad, más bárbaras en su historia.
Los pequeños, cuyos padres probablemente no tendrían ni para costear un disfraz (que rodeaba el costo de al menos 500.000 bolívares), fueron llevados a plazas para que “disfrutasen” de las festividades, sin embargo, los embates del hambre que sufre la población por la crisis económica, son evidentes en las delgadas figuras de los niños.