Familiares de los ciudadanos venezolanos Carlos Eduardo Becerra Sánchez (28) y de su tío Jesús Antonio Becerra (54), quienes el domingo en la madrugada murieron durante una explosión en el puente El Palermo, en la vía Cúcuta-Pamplona, negaron que alguno perteneciera a la guerrilla del ELN, como se presumen las autoridades colombianas.
Ambos hombres fallecieron semidesmembrados tras la explosión de una carga instalada en el puente, cerca del municipio de Bochalema, según publicó el diario La Opinión.
María Villamizar Becerra, una hermana de Carlos Eduardo, dijo que él y su tío llegaron al territorio colombiano en agosto y noviembre del año pasado, huyendo de la crisis social que atraviesa Venezuela.
Rechazó los señalamientos de las autoridades que indican que sus familiares serían presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), encargados de instalar las cargas explosivas, que habrían detonado antes de tiempo, causándoles la muerte.
“Ellos no eran guerrilleros; siempre se dedicaron a trabajar. Voy a traer pruebas de Venezuela, donde los expatrones nos van a dar las constancias de trabajo”, dijo la mujer.
María explicó que los dos hombres vivían en el sector conocido como Termales, a 10 minutos de camino de Bochalema. Según ella, en la mañana del domingo los dos hombres iban caminando hacia una finca, donde se presentarían para empezar a trabajar.
“Yo misma llevé a los investigadores de las autoridades colombianas a la finca para que verificaran que era cierto y allá hablaron con el dueño y el encargado de la hacienda”, aseguró la mujer.
Así mismo, negó que su hermano hiciera parte de las filas del Ejército de Venezuela. Según ella, Carlos Eduardo tenía una inscripción (o libreta) militar, un requisito para trabajar en una constructora de casas en el vecino país:
“Fue un requisito del Gobierno venezolano para las personas que trabajaban en obras públicas”.
Agregó que Carlos estaba trabajando en fincas, instalando cercas, para reunir dinero y tramitar el pasaporte venezolano, con la intención de viajar a Chile para laborar con uno de los ingenieros de construcción que conoció en Venezuela.
María les pidió a las autoridades que se esclarezcan los hechos para que se limpien los nombres de sus familiares.