El Departamento de Comercio de Estados Unidos recomendó al presidente Donald Trump que imponga fuertes restricciones a las importaciones de acero y aluminio de China y otras naciones, como Brasil, Costa Rica y Venezuela, según propuestas divulgadas el viernes.
Las medidas contemplan desde aranceles globales y específicos por país hasta cuotas generalizadas de importación.
La esperada presentación de la llamada “Sección 232” de Comercio que contiene una revisión de las dos industrias contempla opciones arancelarias globales de al menos un 24 por ciento para todos los productos de acero de todos los países, así como de al menos un 7,7 por ciento para todos los productos de aluminio de todos los países.
Las recomendaciones fueron presentadas a Trump luego de que autorizó investigar la situación de las industrias bajo una ley comercial de 1962 que no ha sido aplicada desde 2001. Tiene hasta el 11 de abril para anunciar su decisión sobre el acero y hasta el 20 de abril para decidir sobre las del aluminio.
Alternativamente, el departamento de Comercio recomendó un arancel de al menos 53 por ciento para importaciones de acero de 12 países: Brasil, China, Costa Rica, Egipto, India, Malasia, Rusia, Corea del Sur, Sudáfrica, Tailandia, Turquía y Vietnam.
Otros estarían sujetos a una cuota que limita su acceso libre de aranceles a la misma cantidad exportada de acero a Estados Unidos en el 2017.
La opción arancelaria específica para el aluminio establecería una tarifa del 23,6 por ciento para todos los productos de China, Hong Kong, Rusia, Venezuela y Vietnam. El resto de las naciones estaría sujeto a cuotas equivalentes a sus exportaciones a Estados Unidos en el 2017.
Una tercera opción requeriría que Trump impusiera cuotas globales basadas en el equivalente al 63 por ciento de las exportaciones de acero a Estados Unidos en el 2017 y de 87 por ciento de las de aluminio.
Trump tiene la última palabra
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, hizo hincapié en que Trump tiene la última palabra, incluida la de excluir a ciertos países, como los aliados de la OTAN, de cualquier acción. “El presidente tiene la discreción de modificar cualquiera de estas (recomendaciones) o de hacer algo totalmente diferente”, dijo a periodistas.
La productora de aluminio Alcoa dijo en un comunicado que las acciones comerciales de Estados Unidos deberían enfocarse en el exceso de capacidad de China y no penalizar a las naciones que cumplen con las reglas.
Ross dijo que no se sorprendería si los países desafían las medidas con reclamos ante la Organización Mundial del Comercio.
Asimismo explicó que las medidas buscan aumentar la utilización de la capacidad estadounidense de aproximadamente un 80 por ciento para cada industria, desde el 48 por ciento actual en aluminio y el 76 por ciento en acero.
Algunos legisladores estadounidenses y compradores de acero y aluminio han pedido cautela ante cualquier restricción para evitar interrupciones o subidas de precios en las materias primas, que se usan en todo desde automóviles hasta electrodomésticos, aviones y construcción. Reuters