1- En el debate acerca de ir o no ir a la espuria votación del 22 de abril, se ha planteado que el asunto central, más allá de esas dos opciones, es la capacidad de movilización de las fuerzas democráticas en torno a la posición que se asuma. Sin embargo, esa capacidad de movilización depende, entre otras cosas, también de la alternativa que se escoja.
2- Hay quienes piensan que participar en esa y en cualquier elección es siempre la mejor opción movilizadora y que la posición de no participar, es decir de la Abstención, siempre implica una posición pasiva. Algunos asumen que es más fácil movilizar a la gente para votar que para abstenerse de forma activa. No obstante, en las circunstancias actuales la realidad parece indicar lo contrario, sobre todo por el grado de coherencia percibida por la gente en cada una de esas opciones.
3- La capacidad de movilizar a la gente depende de la claridad de la visión que ofrecen sus líderes y de la coherencia de sus posiciones y acciones con esa visión. Votar ante un fraude cantado no luce congruente, tanto con lo dicho por la dirigencia opositora al negarse a firmar el acuerdo planteado por el régimen, como con la posición de la comunidad internacional de desconocer de antemano la convocatoria y los resultados de esas “elecciones”.
4- Quienes hemos asumido la posición de no participar, hemos planteado varias formas de hacerlo de forma activa, movilizadora. Algunas propuestas en tal sentido (Abstención Activa en mi artículo “Se aclara el panorama” y “Roberto Casanova: Un Presidente rebelde), mencionan como referencia la movilización del 16 de Julio, la protesta más masiva del 2017.
5- Pareciera que algunos partidos han olvidado cómo hacer política fuera de los momentos electorales, en particular los partidos que no acompañaron de forma activa los movimientos de protestas cívicas en las calles de Venezuela del año pasado, generados sin campaña electoral alguna.
6- Hacer política contra una dictadura requiere movilizar y organizar a la población en circunstancias difíciles, en especial cuando no hay elecciones o estas son fraudulentas. La unidad de las fuerzas democráticas hasta hoy ha sido concebida entorno al hecho electoral, asumiendo que haya condiciones democráticas. La unidad contra la Dictadura requiere de esquemas y estructuras diferentes, más allá de lo electoral.
7- La gran responsabilidad de los partidos y demás sectores organizados de la sociedad civil es recuperar la capacidad de movilizar a la población en los reclamos por sus derechos mas básicos y por la libertad y la democracia. Se trata de combinar formas tradicionales de hacer política con formas innovadoras de movilización que faciliten la participación de muchos de manera interconectada; como los modernos movimientos sociales con influencia global que han surgido con base en la tecnología, la ágil comunicación online y la acción offline para producir cambios. El movimiento de activistas AVAAZ, por ejemplo, cuenta con mas de 46 millones de miembros en el mundo y ha logrado importantes movilizaciones y victorias: https://secure.avaaz.org/page/es/about/
8- Asumiendo que la palabra Abstención requiere del adjetivo Activa, para darle ese carácter, se ha propuesto el término Boicot Electoral, que en sí mismo indica una posición activa, aunque se trate de organizar y movilizar entorno a las mismas ideas y acciones. El Boicot Electoral puede asumir varias otras formas creativas y descentralizadas, que expresen el rechazo a ese proceso de forma activa, sin cruzarse de brazos.
9- El país debe plantearse incluso un boicot contra la dictadura, además de la presión que se ha logrado generar desde afuera. Para ello es necesario que concurran todos los sectores de la sociedad democrática venezolana, no solo los partidos políticos, en un Frente contra la dictadura.
10- Se ha asomado la posibilidad de convocar a una movilización nacional desde diferentes ciudades importantes del país el emblemático 19 de Abril, pocos días antes de la farsa electoral. Para que una protesta como esa resulte exitosa, se requerirá que desde ya los partidos y demás organizaciones de la sociedad civil activen todas sus fuerzas y recorran el país en una campaña para motivar y organizar a la gente, mas allá de las redes sociales y de la búsqueda del voto.
Es decir, que recuperen su capacidad de hacer política, tanto en democracia como en dictadura, tanto antes del 22 de abril, como después.
Christian Burgazzi
@cburgazzi
Caracas, 18 de Febrero, 2018