Tras dos días de búsqueda en condiciones difíciles, los servicios de rescate localizaron los restos del avión que se estrelló en una zona montañosa de Irán con 66 personas a bordo.
El avión, un ATR-72 de la compañía iraní Aseman Airlines, se estrelló el domingo en las montañas de Zagros durante una tormenta de nieve cuando se dirigía a la ciudad de Yasuj procedente de Teherán.
A pesar de la movilización de unos 60 helicópteros, la nieve y la niebla complicaron la búsqueda de los socorristas hasta este martes, cuando mejoraron las condiciones de visibilidad.
“Helicópteros de los Guardianes de la Revolución localizaron esta mañana los restos del avión en el Monte Dena”, dijo Ramezan Sharif, un portavoz de este ejército de élite del régimen iraní, a la televisión oficial Irib.
Según Irib, uno de los pilotos de los drones que se utilizaron para la búsqueda vio “cuerpos dispersados alrededor del avión” en la localidad de Noghol, en el Monte Dena, a unos 4.000 metros de altitud.
Más de un centenar de personas, algunas con motos de nieve, participan en la búsqueda.
“Anoche varias personas se quedaron en la montaña y gracias a la coordinación de los guías locales lograron inspeccionar todas las grietas”, dijo a la agencia de prensa Isna Mansur Shishefuroosh, el director general de un centro regional de crisis.
El avión, un bimotor de hélices en servicio desde 1993, despegó de Teherán el domingo por la mañana en dirección a Yasuj, a unos 500 kilómetros de distancia. Cuando se acercaba a su destino, desapareció de los radares en medio de una tormenta de nieve.
La Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa anunció que enviará a tres de sus expertos a Irán.
El accidente puso de manifiesto los problemas de la seguridad aérea en Irán, agravados en los últimos años por las sanciones internacionales contra el país.
Aseman Airlines está desde diciembre de 2016 en la lista negra de compañías aéreas prohibidas en la Unión Europea y tiene expresamente prohibido volar en el espacio aéreo del bloque.
Irán ha acusado en varias ocasiones a Estados Unidos de poner en peligro su sistema de transporte aéreo con las sanciones económicas, que según las autoridades complican el mantenimiento y la modernización de las viejas flotas de aviones.
Desde 2003 Irán ha vivido varias catástrofes aéreas. Una de las más graves ocurrió en 2014, cuando 39 personas murieron en el accidente de un Antonov 140.
Según datos de la Flight Safety Foundation, una oenegé con sede en Estados Unidos, Irán está por debajo del promedio internacional en el cumplimiento de las normas de seguridad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Una de las cláusulas del acuerdo de 2015 entre Irán y las grandes potencias —que puso fin a parte de las sanciones internacionales a cambio de que el país abandonara su programa nuclear— era levantar las restricciones al sector aeronáutico.
Gracias a ello la compañía Aseman cerró en junio de 2017 un acuerdo, todavía por confirmar, para comprar 30 aviones Boeing 737 MAX, con opción a 30 más, por 3.000 millones de dólares. AFP