Justo cuando comienzan a inscribir los candidatos y vista la situación pienso que un hipotético asesor político, extranjero para más señas, que no hubiese vivido entre nosotros, posiblemente se entusiasmaría leyendo las últimas encuestas venezolanas.
Un personaje de tal ralea podría pensar que cualquier candidato de la oposición gana la presidencia con la seguridad de quien le dispara un tiro al piso.
Pero revisando los hechos desde la otra acera, para un asesor con estas características sería interesante ayudar a que el presidente Maduro se quede en el poder. Única condición que el contrato sea jugoso y que sus cláusulas se mantengan en secreto salvo que el candidato lograra superar las encuestas que no le dan más del 35 % de apoyo y ganara contra todo pronóstico el 22-A, pero no como favorito sino como batacazo.
¡Cuestión de prestigio, claro!
En nuestro país se está dando un fenómeno desconocido por las ciencias políticas: Existen unas mayorías descontentas con el gobierno y la situación económica, que bien se pueden calificar como masas por su enorme cantidad, que podrían augurar un seguro triunfo electoral para la oposición si tan solo esa gente tuviera un líder, un candidato, programa o tarjeta por la cual votar. Y no lo hay.
¡Auto suicidio” diría un ex Presidente!
Pero no es capricho de las masas… la culpa es del sector político opositor.
Indecisos los directivos de la Mud a la hora de declararse como patriotas pre claros, en contra del socialismo que nos ha llevado a la miseria… con lo cual no se merecen nuestro apoyo… también lo son hasta para mantener firmemente una simple política. Y no aprenden.
No es la primera vez que estos políticos de segunda, que se han apoderado de la oposición, se equivocan: Son varias las oportunidades en las cuales factores externos o la debilidad propia, sobre todo intelectual o patriótica, han llevado a estos politiquitos faltos de ideas o de simple carácter… al punto de cometer disparates que al país y a la propia oposición como alternativa al bolivarianismo le han salido muy caros.
Resumiendo vale la pena recordar que el clima mediático hoy vivido ciertamente es para que lo soporte gente más recia y no esta Mud. Se trata del mismo clima que privó en todos los medios, salvo VTV, antes de la payasada de Pedro Carmona… es el mismo clima vivido antes de las tres guarimbas que en las zonas de clase media se han escenificado desde el 2004 hasta el año pasado… o en el 2005 cuando guiados por locutores, periodistas y lectoras de runas… los partidos de la oposición se abstuvieron de presentar candidatos y entregaron la Asamblea.
En estas oportunidades la oposición recibió una inmensa paliza a pesar de lo que auguraban los medios y sus financistas.
Ese ambiente fétido del pasado es el mismo que se respira hoy en los programas de opinión, sean de la radio o la TV, en las redes, no faltaba más, y hasta en diarios antaño serios, donde el usuario que busca información se ve estafado cuando los conductores de esos programas o redactores de tales opiniones y entrevistas… solo presentan invitados dispuestos a repetir como loros lo que esos fablistanes les insinúan.
¡Para esta gente embolatada la única condición del buen ciudadano es declararse abstencionista!
Dicho de otra manera… como si los bandidos por alguna ley arcana estuvieran obligados a votar… y los honestos por el contrario a abstenerse.
Francamente dan risa y cabe llamarlos por su nombre: Derrotistas, que lo son cuando dicen que “los votos ya están contados”.
Pero también son estos abstencionistas unos estafadores de la política que por una parte se niegan a presentar un programa alternativo al socialismo estatista por el cual valga la pena luchar…… y por otra pretenden que los ejércitos extranjeros resuelvan de gratis lo que los venezolanos no somos capaces de resolver.
Amigos: De nuevo nuestra sociedad se halla ante una falsa encrucijada.
Votar o abstenerse no es un dilema serio.
Para frenar el grave envilecimiento que muestra nuestra sociedad es necesario convencer la mayor cantidad de personas y no hay mejor oportunidad que una campaña electoral por más amañada que esta sea… hasta para protestar trampas es necesario participar.
Pero… ¿convencer de qué?
Simple… de la conveniencia para todos de llevar a la práctica un programa dirigido a sacar al estatismo socialista del poder y sustituir sus modelos empobrecedores por otros donde el capitalismo de libre competencia y mercado permita que el país comience a generar riquezas.
Riquezas para pagar más impuestos, mejores salarios y que los empresarios prosperen en vez de que emigren como lo hace la mano de obra y los jóvenes.
Suena fácil pero no lo es… los candidatos que hasta ahora se han lanzado siguen el modelo populista, socialista y estatista… modelo que seguirá empobreciéndonos hasta lo inimaginable.
Incluso alguno de los candidatos inscritos, uno que al menos sugiere un cambio de valores… en su quehacer de empresario presuntamente aparece ligado a las malas prácticas de amiguismo, desconfianza en nuestro país y corrupción que han permitido dilapidar por dos veces un gran milagro petrolero.
De ser así solo queda para escoger Maduro y una corte de los milagros donde quien no es oportunista o ignaro… son folclóricos rellenos que harán recordar la candidatura de María Bolívar como algo “un poco más serio”.
De ser así y todo parece que va en tal dirección… los abstencionistas tendrán razones para hacerlo… razones que no pueden ser contenidas en el derrotismo del “no hay condiciones”.