Un informe prevé que los ingresos por juegos en Latinoamérica asciendan a 3.330 millones de dólares en 2021
La flexibilización de las regulaciones gubernamentales será uno de los principales motores de crecimiento para el mercado global de juegos online en los próximos años, una industria que genera grandes beneficios, pero también grandes riesgos para los jugadores. Las ventajas para el sector son indudables, y en este sentido un informe de la consultora statista prevé que los ingresos del mercado del juego en Latinoamérica asciendan a 3.330 millones de dólares en 2021 frente a los 1.410 millones en 2015, aunque el fraude en los juegos en línea podría frenar una industria en auge.
Los casinos online son una de las opciones preferidas por los venezolanos a causa de la crisis económica y política que vive actualmente el país. Sin embargo, la actividad incluye importantes riesgos para los jugadores en línea y no solo en Venezuela, sino también en toda Latinoamérica, donde todavía hay muchos países que no han regulado este sector. Puede encontrar más información en estafa.info. De hecho, los casinos y juegos de azar en Venezuela aún se rigen por la Ley para el Control de los Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, que data de 1997 y regula la Comisión Nacional de Casinos (CNC).
Sin embargo, la normativa citada solo es válida para los casinos con una localización física, pero no contempla los casinos online. En Venezuela no hay regulación todavía –al contrario que en Colombia, que en 2017 se convertía en el primer país latinoamericano en aprobar una legislación específica sobre la actividad de los juegos en línea-, pero ello no significa que a los venezolanos no jueguen. Más bien al contrario, los ciudadanos disponen de múltiples plataformas de juegos online, lo cual acarrea sin duda ventajas, pero también importantes inconvenientes.
Phishing o suplantación de identidad
Una de las estafas más habituales es el phishing, que es cuando los estafadores online se hacen pasar por bancos para confirmar contraseñas y datos a través del correo electrónico indicando al usuario que “existe algún problema con su tarjeta de crédito”. Si consiguen los datos, pueden tener total acceso a los datos bancarios. Por ello, es necesario contar con plataformas confiables y con empresas que generen seguridad a la hora de evitar estafas online en el terreno de las apuestas en línea.
Otra estafa al orden del día es el pharming, que consiste en que el ciberdelincuente modique los registros de las DNS del usuario para redireccionarle hacia un sitio web fraudulento e idéntico al que se quiere acceder. Por otro lado, prosigue el informe, los jugadores problemáticos usan IP spoofing (otra fórmula para suplantar la identidad), VPN y otras técnicas para enmascarar su ubicación, especialmente si se encuentran en una región donde los juegos de azar en línea son ilegales.
La regulación de las apuestas online no solo ofrece el incremento de oportunidades de empleo, sino que además beneficia a los gobiernos económicamente al poder aplicar impuestos a las plataformas que operan en su país, un aspecto que ya están estudiando otros países latinoamericanos y que sin duda es una asignatura pendiente en Venezuela.