El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió este viernes dos de marzo una orden de continuidad de un año de la “emergencia nacional” declarada en 2015 sobre Venezuela, donde, según indicó, “la situación no ha mejorado” y “el Gobierno continúa erosionando las garantías de los derechos humanos”.
EFE / LaPatilla
De esta manera se da continuidad a una orden ejecutiva emitida por Obama en marzo del 2015 aludiendo a la crítica situación del país, la cual renovó en marzo de 2016 y 2017 y ha querido prorrogar un año más.
Para la prórroga de la orden, el mandatario argumenta que Venezuela sigue sufriendo “la persecución de los opositores políticos, la restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y violaciones a los derechos humanos”.
En la orden 13692 que se extiende hoy, Obama determinó que la situación en Venezuela constituía “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, por lo que declaró “una emergencia nacional para lidiar con esa amenaza”.
La declaración de una “emergencia nacional” es una herramienta con la que cuenta el presidente de Estados Unidos para aplicar sanciones contra un país bajo determinadas circunstancias, y que le permite ir más allá de lo aprobado por el Congreso.
Tras la declaración inicial en 2015, Estados Unidos trató de explicar que la acusación de “amenaza para la seguridad nacional” es simplemente la fórmula que deben usar los presidentes estadounidenses para tener una base legal que les permita imponer sanciones y que realmente no considera una amenaza a Venezuela.
La orden ejecutiva también autoriza al Departamento del Tesoro a imponer más sanciones contra aquellos de los que se determine que han cometido “acciones o políticas que socavan procesos o instituciones democráticas”, o hayan cometido violaciones de derechos humanos en protestas en Venezuela, según la Casa Blanca.