Aún quedan las secuelas en los supermercados de Caracas de las fiscalizaciones que emprendió el 5 de enero la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos. Luego de dos meses desde que los obligaron a ajustar los precios de los productos, es poco lo que han podido recuperarse: anaqueles vacíos o repletos con hileras de salsas o agua es una constante en esos establecimientos, informó El Nacional.
El subgerente de un supermercado que está ubicado en Santa Eduvigis aseguró que la variedad de los productos (SKU) cayó después de las inspecciones de la Sundde. Precisó que de 4.000 bajaron a 1.500 productos diferentes de los que ofertan. “Hace 2 años contábamos hasta con 30.000 SKU”, añadió.
Indicó que fue a partir del lunes pasado cuando hubo más fluidez en el despacho. “Los proveedores no quieren despachar porque los obligan a vender por debajo de sus costos”.
En un supermercado situado en Bello Monte también hay problemas con el abastecimiento. “Algunos proveedores no despachan supuestamente por falta de materia prima o por actualización de precios. Por eso algunos anaqueles no están rellenos”, dijo el gerente.
El coordinador de ventas de un supermercado del este de Caracas señaló: “Hay anaqueles vacíos porque los proveedores quieren despachar y cobrar inmediatamente o quieren que paguemos en 7 días, cuando es una mercancía que no se vende tan rápido. Antes teníamos mucho más tiempo, entre 15 y 20 días para pagar ese crédito”. Indicó que los precios de los proveedores siempre están aumentando por los costos de producción.
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