Establecimientos comerciales, vendedores de la economía informal, profesionales en ejercicio y otros, han establecido el peso como medio o instrumento de pago, dado a que o compran insumos en Colombia o simplemente existe la tenencia de esta moneda, publica La Nación.
El aumento del sueldo mínimo y el cesta-ticket, anunciado la tarde-noche del pasado jueves dos de marzo por el presidente Nicolás Maduro, no fue la excusa para que se conociera una nueva modalidad de negocio en San Cristóbal: la compraventa de pesos colombianos en los principales mercados populares de la ciudad. ¡Eso es viejo!, aclaró un baquiano de Los Pequeños Comerciantes, “ los vendedores informales prefieren la moneda colombiana, antes que la venezolana, por la misma debilidad que presenta ahora el bolívar”.
Así de sencillo, definió un “vendedor de huevos” la situación planteada: una proliferación de avisos improvisados, a veces hasta con pésima ortografía, anunciando el mencionado negocio: ¡recibo pesos! O se ¡compran pesos!
En cualquier venta de diferentes artículos hay el aviso adicional. (Foto Gustavo Delgado)
Es la moda. Allí se ofrecen, en pequeños establecimientos callejeros, panela, huevos, arroz, mantequilla, harina, aceite o verduras de todas las especies. El asunto es que nada por transferencia ni puntos, solo en efectivo, a menos que se someta a la especulación, de que si no es con billete en mano, te vale el doble y hasta el triple.
Al parecer, nada es ilegal
El submundo de los alrededores de los mercados populares en San Cristóbal es algo inimaginable, allí se consigue de todo; lo mínimo que busques y que crees no conseguir en lujosos centros comerciales, allí lo tienen y a la vista de todo el mundo, bajo el agravante de que debe ser adquirido con efectivo, preferiblemente en pesos colombianos, “porque el bolívar, hermano, está muy bajo, todos los días pierde fuerza con relación a otras monedas, y por eso nosotros recibimos pesos; eso no es ilegal, porque desde hace tiempo, años, que yo recuerde ,aquí en los mercados mayoristas de La Concordia y en sus alrededores se reciben o se compran pesos”, afirmó Andrés, quien aparenta vender panela, de la cual en momentos de la conversación hasta se le olvidó el precio real.
Su apreciación parece que fue lo más sincero que dijo, porque a escasos dos metros de su punto de venta está la casilla policial del Terminal de Pasajeros.
—Nosotros no podemos hacer otra cosa, aquí todo el mundo está recibiendo o comprando pesos, porque detrás hay un buen negocio, pues la gente viene en busca del efectivo, que luego, si son billetes de los nuevos, los venden en Cúcuta y si lo que quieren son bolívares por transferencia, se obtienen puntos valiosos -explicó Jesús Manuel, quien en su negocio exhibía panela, huevos y otras menudencias-.
“El peso se ha hecho más fuerte”
Buscando una explicación al mencionado “fenómeno” financiero callejero, se consultó a Wladimir Tovar, coordinador de Asuntos Fronterizo y Comercio Exterior de Fedecámaras –Táchira.
—Ha sido notoria la circulación del peso colombiano en la geografía del Táchira, ello como consecuencia de la tenencia que viene existiendo por parte de compradores venezolanos que, al retornar de Colombia, hacen cambios de esta moneda de manera local -explicó-.
Dijo Tovar que no es nada nueva esta situación, porque en la medida que el peso se ha hecho más fuerte frente al bolívar, ha generado ese aumento en la circulación del peso.
—Establecimientos comerciales, vendedores de la economía informal, profesionales en ejercicio y otros, han establecido el peso como medio o instrumento de pago, dado que o compran insumos en Colombia o simplemente existe la tenencia de esta moneda -señaló el representante de Fedecámaras-.
Dijo que deberían existir acuerdos de carácter monetario entre Venezuela y Colombia, para ordenar estas operaciones, dando fortaleza y fluidez para su circulación legal en las regiones de frontera entre ambas naciones.
Transferencia o efectivo
Seguramente, ni las grandes transacciones bancarias en la ciudad mueven más dinero que ese gran mercado mayorista de efectivo que nació en los alrededores de los mercados populares de la ciudad.
Como está a la vista de todo el mundo, un vendedor de verduras, mientras respondía que el kilo de zanahoria costaba 30 bolívares (30 mil), se apartó para explicar que: “si me traes 10.000 pesos, los divido en 0.0115 y eso te da 869 mil 565 bolívares, y si los quieres en efectivo, te entrego 400 mil bolívares, porque la división es entre 0.025”.
(AM)