Estados Unidos, otrora el mayor importador de petróleo del mundo, se acercará a la autosuficiencia energética en los próximos cinco años al incrementar su producción de hidrocarburos de esquisto y restar participación de mercado a la OPEP, dijo el lunes la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Un acuerdo sellado en 2017 entre la OPEP y productores aliados como Rusia para recortar los suministros de crudo y reducir el exceso de oferta mundial mejoró las perspectivas para otras naciones petroleras al apuntalar con fuerza los precios del barril durante el año, dijo la AIE.
Como resultado, la producción de petróleo en Estados Unidos registró un marcado crecimiento el año pasado y se espera que aumente en 2,7 millones de barriles por día (bpd) a 12,1 millones de bpd hacia 2023, ya que la mayor actividad en campos de esquisto compensaría por las disminuciones en el suministro convencional.
“Estados Unidos está listo para poner su sello en los mercados mundiales de petróleo por los próximos cinco años”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, en un documento sobre perspectivas de mercado a mediano plazo.
El crecimiento de la producción de petróleo de Estados Unidos, Brasil, Canadá y Noruega va a satisfacer con creces el aumento de la demanda hasta 2020, dijo la AIE, y añadió que se necesitaría más inversión para impulsar la producción después de eso.
La producción de países fuera de la OPEP se elevaría en 5,2 millones de bpd hacia 2023 a 63,3 millones de bpd con Estados Unidos, responsable por casi 60 por ciento del crecimiento de la oferta mundial.
En contraste, el bombeo de los productores de la OPEP crecerá a un ritmo mucho más lento, dijo la agencia, añadiendo que esperaba que la caída de la producción en Venezuela opaque los aumentos de extracción en Irak.
En consecuencia, la capacidad de producción de crudo de la OPEP crecerá apenas en 750.000 bpd hacia 2023. Con una capacidad proyectada de 36,31 millones de bpd, la OPEP suministrará menos de 35 por ciento de la demanda global hacia 2023 comparada a su participación habitual de en torno a 40 por ciento.
Alentada por el crecimiento económico en Asia y la renaciente industria petroquímica en Estados Unidos, la demanda global de petróleo aumentará en 6,9 millones de bpd hacia 2023 a 104,7 millones de bpd, de acuerdo a la AIE.