Colombia confiscó el martes 5,2 toneladas de cocaína ocultas en un cargamento de bananos que iba a ser exportado a Bélgica y pertenecían al Clan del Golfo, la principal banda criminal del país, informaron las autoridades militares.
Reuters
La droga, que tiene un valor estimado en 350 millones de euros, se encontró en un contenedor en la terminal de carga de Turbo, un puerto ubicado en el departamento de Antioquia, sobre el Mar Caribe.
“La operación se desarrolló en la zona de carga de Urabá, sitio donde se encontraba un contenedor que en su interior transportaba cajas de banano que fueron contaminadas por la droga incautada y que sería enviada al mercado negro europeo”, dijo un comunicado de la Armada Nacional.
En la operación antidrogas, que permitió el mayor decomiso de cocaína en lo que va del año en Colombia, no se produjeron arrestos.
El Clan del Golfo es dirigido por Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que permita su captura o muerte.
La banda dedicada al narcotráfico y a la minería ilegal está integrada por unos 1.500 hombres armados -la mayoría antiguos paramilitares de ultraderecha- que se han convertido en una amenaza para la seguridad de Colombia y la consecución de la paz después del acuerdo que se alcanzó con la guerrilla de las FARC.
Colombia sigue siendo uno de los principales productores mundiales de cocaína, con alrededor de 910 toneladas anuales, pese a los esfuerzos del Gobierno para combatir ese delito, de acuerdo con cifras de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos.
Además de las bandas criminales, en el negocio ilegal del narcotráfico están implicadas disidencias de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al acuerdo de paz, el rebelde Ejército de Liberación Nacional y pequeños carteles, según fuentes de seguridad.