Gracias al mal manejo de la economía por parte de Nicolás Maduro y de su antecesor, Venezuela vive la peor crisis económica de su historia. La hiperinflación, la escasez de medicamentos y alimentos, la falta de efectivo, los controles de precios, entre muchos otros problemas, agobian a los ciudadanos día a día.
En materia económica, estamos en bancarrota, y la idea del régimen para salir de la crisis es crear el petro, una criptomoneda respaldada por las reservas de petróleo, oro, diamantes y gas. Según ellos con el petro “mejorará la economía”, pero esto no es más que una nueva mentira.
A pocos días del lanzamiento de esta criptomoneda hay desconfianza por la implementación de esta moneda digital. ¿Quién en su sano juicio adquiría petros? si este será emitido y regulado por la dictadura a su antojo, porque no existe ordenamiento jurídico en el país que regule esta moneda digital.
La Asamblea Nacional aseguró que no es legal, porque incumple lo establecido en el artículo 12 de la Constitución nacional así como el artículo tres de la Ley de Hidrocarburos, donde se establece: “Los yacimientos de hidrocarburos existentes en el territorio nacional… pertenecen a la República y son bienes del dominio público, por lo tanto inalienables e imprescriptibles”.
No pueden colocar ninguna reserva petrolera no explotada como garantía de alguna operación financiera o comercial, pero el régimen insiste en cometer esta ilegalidad con el petro, saben que con el caos de la economía y el endeudamiento de la industria petrolera nadie va a adquirir petros. Quieren generar confianza con esta criptomoneda, que han creado de acuerdo a sus intereses, para lograr tener liquidez financiera.
Las criptomonedas son un activo digital que se han convertido en una opción de inversión o de compra sin intermediarios. Las monedas digitales no dependen de una institución financiera, porque han sido creadas dentro de un marco de libertad, muy por el contrario al petro, que será regulado por el régimen, el mismo que desde el año 2003 implantó en el país un control cambiario.
Para hacerlo claro, todos aquellos que tengan acceso a divisas o criptomonedas podrán cambiar estos por petros al costo de la tasa internacional del barril de petróleo venezolano, pero no podrá convertir estos petros en dólares, sino que cuando desee cambiarlos se lo pagarán en bolívares, porque en Venezuela hay control de cambio, no hay libertad de comercio y no se puede sacar ni un dólar del país a menos que sea a través del mercado negro.
Tampoco todos los venezolanos tendrán acceso a esta criptomoneda como quieren hacer creer los personeros del régimen, no todos poseen dólares, además que se desconoce cómo hará el régimen para que un ciudadano que posea una cuenta en dólares pueda comprar el petro, si el Estado venezolano no tiene una cuenta receptora en moneda extranjera porque está sancionado por el gobierno norteamericano.
Es una criptomoneda venezolana que no puede ser adquirida en bolívares, moneda nacional, porque al régimen le interesa es captar dólares, tampoco se sabe cómo se harán los pagos de servicios turísticos, trámites consulares, venta de combustible en la frontera con el petro, porque los venezolanos en general no tienen acceso a la moneda digital.
Hablan de certificar mineros y desarrollar tecnología en el país para la minería de criptomonedas, pero hasta ahora el petro ha sido concebido como una moneda digital que no se puede minar, además que en el país cada día son más constantes los apagones y fallas de energía eléctrica, lo que demuestra que el Sistema Eléctrico Nacional está colapsado y no apto para que se instalen dichas granjas de minería.
También hasta hace poco, la minería de criptomonedas era una actividad ilegal y prohibida en el país, en 2017 en diferentes estados del país se produjeron detenciones, a estas personas se les acusó de “legitimación de capitales, enriquecimiento ilícito, delitos informáticos, financiamiento al terrorismo, fraude cambiario y daños al sistema eléctrico nacional”, se inhabilitaron granjas de minería de bitcoin, la criptomoneda más conocida, y ahora, de un día para otro la dictadura se suma a la era de las monedas digitales, lo que genera mucha suspicacia.
Diversos gobiernos del mundo se oponen a esta actividad que muchas veces es utilizada para el lavado de capitales y otros hechos ilícitos, pero para la dictadura este es el tema de moda.
A medida que se estudia el tema de las criptomonedas y el petro, vemos que hay más preguntas que respuestas. A mi juicio, esto no es más que una nueva mentira comunicacional de la dictadura con la que tratan de engañar a la gente, haciéndole creer que con el petro se solucionará la crisis económica que estamos viviendo, cuando la realidad es que la debacle seguirá acentuándose.
El petro está destinado a desaparecer. Como diría el escritor colombiano Gabriel García Márquez, el petro no es más que la crónica de una muerte anunciada.
¡Fuerza y fe Venezuela!
@angelmachadove